EL PAíS › RECONOCIO UNA CUENTA DE “SOLO” 600.000 DOLARES, PERO PUEDE SER SU PERDICION
Menem inició el camino de Al Capone
Al aceptar tiene una cuenta de 600.000 dólares en Suiza, que siempre había negado, Menem se declaró tácitamente responsable de los delitos de “omisión maliciosa”, “evasión fiscal” y “enriquecimiento ilícito”. El costo de su mentira.
Por Raúl Kollmann e Irina Hauser
Omisión maliciosa: la pena es de 15 días a dos años de prisión e inhabilitación perpetua absoluta, o sea que no podría ocupar ningún cargo público ni ser candidato a nada. Evasión fiscal: implica de tres a nueve años de prisión y se incrementa en un tercio por ser funcionario. Por lo tanto, no es excarcelable y Carlos Menem debería volver a la quinta de Don Torcuato. Enriquecimiento ilícito: dos a seis años de prisión, multa del 50 por ciento de los valores con los que se enriqueció e inhabilitación perpetua absoluta. Esos son los tres delitos que Carlos Menem confesó públicamente al revelar, presionado por las acusaciones sobre su actuación en el caso AMIA, que tiene una cuenta en Suiza en la que están escondidos 600.000 dólares. Se comprobaría así que el ex presidente falseó su declaración jurada ante la Oficina Anticorrupción (OA), mintió a la AFIP en su declaración jurada fiscal y falseó también una ganancia imposible en intereses, lo que podría indicar que es sucio el origen del dinero. La Oficina Anticorrupción y dos fiscales pondrían en marcha en los próximos días las denuncias contra el riojano. Desde el ángulo político, existe el antecedente insoslayable del genocida Antonio Domingo Bussi: siempre dijo que no tenía una cuenta en Suiza, se demostró que mentía y el Congreso Nacional lo expulsó de su banca.
Carlos Menem reaccionó desesperadamente ante la publicación en The New York Times de la declaración del llamado testigo C del caso AMIA. El arrepentido iraní –un ex oficial de inteligencia– dijo que un enviado de Menem, cincuentón y de barba, estuvo cuatro veces en Teherán. Allí habría negociado el depósito en una cuenta suiza de diez millones de dólares a cambio de que la administración Menem cesara en las acusaciones contra Irán por el atentado a la AMIA. El pago se habría realizado en el Banco de Luxemburgo, sucursal Ginebra, ubicado a 200 metros del Hotel D’Rhon.
“Es una burda patraña –reaccionó Menem ante la publicación– sólo tengo una cuenta en Suiza. La abrí en 1986 con los 200.000 dólares que me pagaron como indemnización por los años que me tuvo preso la dictadura y con el tiempo y los intereses, ahora la cuenta no tiene más de 600.000 dólares. Lo de los diez millones es mentira.”
Seguramente el ex presidente entró en pánico ante la acusación de C y la publicación en el principal diario norteamericano, porque esa confesión de que tiene la cuenta en Suiza lo ubica como responsable de tres delitos que podrían inhabilitarlo de participar en la campaña electoral y hasta mandarlo de regreso, con detención domiciliaria, a la quinta de Don Torcuato.
- Cuando Menem asumió la presidencia declaró bienes por 26.003,99 pesos. Eso fue en 1989. O sea que ocultó la cuenta que tenía en Suiza desde tres años antes.
- En su declaración jurada ante la AFIP, fechada en 1997, Menem también mintió: declaró que tenía bienes por 1.945.053 pesos. No figura la cuenta en Suiza y manifiesta que toda la plata líquida que tiene son 10.000 pesos en efectivo.
- En octubre de 2000 presentó su declaración jurada obligatoria ante la Oficina Anticorrupción. En esa declaración, tampoco figura la cuenta en Suiza.
- En octubre de 2001, el juez de Ginebra Claude Wenger hizo público que Carlos Menem tenía una cuenta a su nombre, el de su ex esposa Zulema Yoma y su hija Zulemita. La apertura se hizo en 1986. El vocero del ex presidente, Federico Azarini, públicamente dijo: “Que investiguen lo que quieran, pero no hay ninguna cuenta de Carlos Menem en el exterior”. Zulema Yoma también negó que ella hubiera abierto alguna cuenta con su ex marido en Suiza. Esos fondos, además, habrían sido ocultados por Menem en el juicio de divorcio. * El magistrado suizo también sugirió que Menem tenía otra cuenta, con unos diez millones de francos suizos depositados –algo así como seis millones de dólares–, pero que estaba a nombre de una empresa, en la que el ex presidente aparecía con firma junto con alguno de sus allegados.
- El 22 de enero pasado, el ex juez Oscar Salvi, defensor de Carlos Menem, repitió que el ex presidente no tenía ni tiene cuenta en Suiza. Al día siguiente, el propio Menem repitió la misma cantinela: “No tengo cuenta en Suiza”.
Así, una y otra vez, hasta el lunes, cuando desesperado por el caso AMIA terminó confesando ante la CNN. Esa revelación lo deja en una situación más que complicada.
La dirección de investigaciones de la Oficina Anticorrupción tomó nota de lo declarado públicamente por Menem en la CNN y en otros medios y analiza la posibilidad de presentar una denuncia penal por el delito de omisión maliciosa. Es una figura que fue incluida en el Código Penal cuando fue promulgada la Ley de Etica Pública, todavía con Menem en el gobierno. Este delito prevé prisión de 15 días a dos años e inhabilitación absoluta perpetua para todo funcionario público que esté obligado a presentar su declaración patrimonial y que “falseare u omitiere” maliciosamente insertar datos en ella.
En la OA sostienen que “el propio Menem dijo públicamente que tiene una cuenta en Suiza que no incluyó en su declaración jurada obligatoria. Si es así, es un delito y es nuestra obligación denunciar. No parece un error involuntario. Nadie se olvida de declarar una cuenta con tanto dinero”.
La revelación de Menem también deja en claro que le mintió a la AFIP, es decir que evadió impuestos, al menos durante los últimos años, en que había –y aún hay– obligación de declarar las cuentas en el exterior. Por ejemplo, evadió el impuesto a los bienes personales. La ley 24769 pena con tres años a nueve años de prisión al evasor impositivo, lo que se incrementa en un tercio por tratarse de un funcionario público. O sea que el mínimo pasaría a ser de cuatro años de prisión, por lo que el delito en el caso de Menem no sería excarcelable. Lo más probable es que un fiscal actúe de oficio en los próximos días.
Por último, en lo dicho por el ex presidente a la CNN también hay indicios nítidos de enriquecimiento ilícito. Menem sostuvo que depositó 200.000 dólares en 1986 y que se le convirtieron en 600.000 ahora. Un rápido cálculo hecho por especialistas en inversiones indica que para obtener semejante ganancia, debieron pagarle un 7 por ciento de interés anual, una tasa que ni por asomo reciben a los ahorristas en Suiza. Las distintas fuentes consultadas señalaron que en depósitos como ese, el interés apenas llega actualmente al 1.5 por ciento de interés anual. O sea que Menem habría falseado esa ganancia, incurriendo en enriquecimiento ilícito. Ese delito está contemplado en el artículo 268 del código penal, que prevé una pena de dos a seis años de prisión, multa del 50 por ciento del enriquecimiento e inhabilitación absoluta. En este caso, ya hay una causa abierta contra el ex presidente en el juzgado del juez Julio Speroni, quien no demostró hasta el momento demasiada vocación por investigar de donde salió la fortuna de Carlos Menem. Igualmente, el fiscal haría una presentación.
Hace unos días, Cecilia Bolocco manifestó que Menem tiene muchos ingresos porque está vendiendo vinos como nunca. En verdad, gran parte de la bodega fue vendida a Carlos Spadone hace unos años y los balances de la empresa no indican justamente que obtengan ganancias fabulosas. Lo único que sí está claro es que las cifras que gasta Menem cotidianamente son exorbitantes: en su reciente viaje a Nueva York, por ejemplo, la delegación paró en el Waldorf Astoria, uno de los hoteles más caros de la Gran Manzana, y permanentemente se mueve en aviones privados, sin que quede claro cuáles son sus ingresos. Después de sus revelaciones todo indica que seguirá gastando mucho, al menos en abogados.