La normalización del Pami, un objetivo declamado por más de una administración, y por más de un sector político, escalará mañana un nuevo peldaño. Con la amplia mayoría del oficialismo, los diputados modificarán el proyecto que les llegó desde el Senado el año pasado. A diferencia de los senadores que habían votado una iniciativa que incluía un directorio de cinco miembros, en el que a los tres del Ejecutivo se sumaban dos por parte de los jubilados y uno por los trabajadores enrolados en la CGT, los diputados incluirán ocho directores. Cuatro le corresponderán al Ejecutivo, dos a los jubilados y dos a los trabajadores. Una fórmula que incluye a la CTA. Decisión que igualmente delegarán en el Ejecutivo.

Los cambios en el proyecto demoran su sanción y obliga a los senadores a volver a tratarlo. Tan llamativo como la apertura de un espacio a la CTA, por parte de los diputados, es que el proyecto determine que la forma en que se elegirán los miembros del directorio le corresponderá al Ejecutivo cuando reglamente la iniciativa. Una clara delegación, o mejor dicho, una indefinición que tiene sus motivos. La fórmula para incluir a la CTA sería abrir un lugar a las organizaciones gremiales con personería jurídica, algo que sí cuenta la Central de Trabajadores Argentinos. En la redacción original se planteaba que la organización sindical tendría que tener personería gremial, algo que por el momento el Gobierno no está dispuesto a conceder, entre otras cosas, por la fuerte presión de la CGT y de Hugo Moyano. La semana pasada, cuando se presentó a darle su apoyo a la candidatura de Daniel Scioli, el titular de la CGT dijo que se “hiciera una compulsa entre la CTA y la CGT para ver cuál de las dos centrales tenía más reconocimiento y que la minoritaria se disolviera”. Este debate presupone no pocos cruces dentro de la bancada oficialista, donde las posiciones de la CGT tienen un fuerte defensor en el abogado laboralista Héctor Recalde y las de la CTA tienen lo propio en el kirchnerista Edgardo Depetri. Desde otra bancada, pero enrolado en la CTA, Claudio Lozano rechaza el proyecto porque dice que “al establecer una clara mayoría de los representantes estatales en el directorio mantiene la intervención de manera indefinida”. Lozano reclama el voto directo de los jubilados y de los trabajadores para elegir la nueva conducción de la obra social de los jubilados.

Segundo punto en la agenda que hoy tendrá la sesión de Diputados, la normalización del Pami divide aguas. No son pocos los legisladores que ayer especulaban con que el tema tendrá más de una complicación. Por lo pronto se esperan chispas en el debate.