Una hora de discusión sin acuerdo fue el resultado de la reunión que un grupo de vecinos de Gualeguaychú tuvieron con la primera secretaria de la Embajada de Finlandia, Petra Theman. El encuentro se realizó porque los integrantes de la asamblea hicieron una nueva manifestación frente a la sede diplomática, en Buenos Aires. Reclamaron que el gobierno de Finlandia intervenga ante Botnia para que relocalice la planta de Fray Bentos, pero la embajada reiteró que su gobierno no intervendrá.

La protesta comenzó al mediodía, cuando los manifestantes ocuparon tres de los cinco carriles de la avenida Santa Fe, en su cruce con Suipacha. Los vecinos designaron a tres representantes para subir a la audiencia, en la que pidieron que Finlandia exija a Botnia que gestione la licencia social de Gualeguaychú para instalarse. Theman les dijo que su gobierno no puede interferir frente a las decisiones de una empresa privada.

Al término de la reunión, la diplomática habló del “no es que a Finlandia no le importe el conflicto, por el contrario; es preocupante, muy lamentable. No somos indiferentes, pero tenemos límites, los límites que nos imponen las leyes de nuestro país”, señaló.

No es la primera vez que Finlandia alega el carácter privado de Botnia para mantenerse al margen del conflicto. Los vecinos, sin embargo, recordaron que el gobierno de Finlandia firmó un tratado de garantía de inversiones con el Uruguay como condición para el desembarco de Botnia, que impone multas al Estado uruguayo en caso de cambiar las condiciones en las que se instaló en el país. Finlandia es, también, socia de Botnia en algunas ramas del negocio; por ejemplo, tiene el 48 por ciento de las acciones de Kemira, la planta que funcionará dentro del mismo predio de Botnia para proveerla de químicos. El Estado finés también tiene acciones en Metso Corporation, una firma que tiene acuerdos con Botnia para venderle equipos industriales. Y ha sido su socia en la forestación en Uruguay.

“No podemos creer que no puedan hacer absolutamente nada. Creemos que Finlandia tiene la obligación de exigir la licencia social, porque lo que está haciendo Botnia es un abuso”, señaló Gustavo Rivollier, quien participó de la reunión junto a sus compañeros Jorge Fritzler y Ana Angelini.

Por la tarde, la protesta se trasladó frente al edificio de Nokia, de origen finés, a quien los vecinos le entregaron un petitorio.