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Eduardo Duhalde prometió ayer que el plan Jefes y Jefas de Hogar se mantendrá hasta el final de su mandato “cueste lo que cueste”. Y luego pidió que el próximo gobierno se comprometa a sostener el plan social “mientras dure la emergencia”. “El tema de llevarles alivio a los sectores excluidos por esta tremenda crisis que afrontamos debe ser un compromiso de honor del Gobierno”, dijo desde Ecuador, donde asistió a la II Cumbre de Presidentes de Sudamérica. También, en una entrevista para un canal de TV de ese país, lanzó su repetido mensaje de confianza sobre el futuro de la Argentina: “La situación del país va mejorando”, aseguró, a pesar de que la desocupación llegó al record histórico de 21,5 por ciento. Pero Duhalde parece tener una confianza a prueba de todo. Optimista, anticipó que el próximo estudio del INdEC, “mostrará que la caída se ha detenido y que hay una recuperación”.
De visita en Ecuador, donde se clausuró la cumbre de presidentes, Duhalde no se olvidó de su programa de radio, que emite todos los sábados Radio Nacional. A pesar de la distancia, salió al aire desde el Hotel Hilton Colón, de Guayaquil. Y aprovechó la llamada internacional para enviar un poco de optimismo y defender lo que considera el mejor –¿el único?– logro de su gestión: el subsidio universal de 150 pesos para jefes y jefas de hogar desocupados. Así, garantizó que el plan se mantendrá hasta mayo de 2003 y contó, además, que los fondos sociales “tienen prioridad en los pagos de la administración porque hay que llevarles alivio a los sectores excluidos en esta crisis”.
La referencia a los planes no fue gratuita. Tampoco inocente. Duhalde pretende que los subsidios creados por su gobierno y monitoreados por su esposa Chiche le aporten cierto posicionamiento para su futuro político. Por lo pronto, ayer ya empezó a trabajar en ese sentido. “Yo creo que el gobierno que me suceda debería comprometerse” a mantener el subsidio, dijo en su espacio radial de todas las semanas. Después de conceder una entrevista y hablar por radio, Duhalde se reunió con los demás participantes de la Cumbre, con quienes firmó el Consenso de Guayaquil sobre Integración, Seguridad e Infraestructura para el Desarrollo.
En ese documento, que contiene 14 puntos, doce presidentes de Sudamérica reiteraron su “solidaridad” con “el pueblo y el gobierno argentino”, y reclamaron “más apoyo financiero de la comunidad internacional” para ayudar al país que atraviesa la peor crisis económica y social de su historia. Los firmantes apoyaron una iniciativa del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien propuso crear “un fondo humanitario internacional que no comprometa recursos fiscales de los países en desarrollo”. Unas horas antes de suscribir el documento, Duhalde había criticado a las naciones industrializadas por aplicar políticas “injustas” con los estados latinoamericanos. “Este proceso global ha tenido a los países emergentes como convidados de piedra”, dijo.
La agenda de Duhalde continuó con una visita a la alcaidía de Guayaquil, acompañado por su comitiva, integrada por su mujer Chiche, el secretario general de la Presidencia Aníbal Fernández, el secretario de Medios Carlos Ben, el canciller Carlos Ruckauf y el ministro de Salud Ginés González García. Luego Duhalde se fue a las playas de Salinas, sobre el Pacífico, para descansar hasta hoy a última hora de la tarde, cuando emprenderá el regreso a Buenos Aires.