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Por Elio Brat
Desde Neuquén

Con carteles, redoblantes y cánticos, unos dos mil neuquinos reclamaron a viva voz la libertad de cuatro dirigentes de ATE Neuquén, quienes fueron detenidos el fin de semana por orden de la Justicia, acusados de haber participado en una pelea con funcionarios de la obra social provincial donde resultaron con distintas lesiones su presidente Gerardo Hettinger, el secretario general y un vocal. Luego de que el juez Alfredo Velazco Copello rechazara el pedido de excarcelación de Julio Durval Fuentes, Horacio Fernández, Hilda “Tita” Locatti y Miguel Peralta –endilgándoles el presunto delito de “coacción agravada” por haber exigido en la protesta la renuncia de los máximos funcionarios del Instituto de Seguridad Social del Neuquén–, la totalidad de los gremios adheridos a la CTA regional decidieron declarar un paro total de actividades “hasta que liberen a los cuatro compañeros”.
Las detenciones se produjeron luego de una pulseada de poder entre el gobernador Jorge Omar Sobisch y los mayores gremios estatales de su provincia (ATE, los docentes de ATEN, judiciales de Sejun, legislativos y municipales entre otros), hecho que más de una vez en el último año derivó en una dura represión por parte de la policía provincial. La posibilidad de que continúen los allanamientos policiales y se produzcan nuevas detenciones –algunos hablan de una lista de cerca de 30 nombres– pone al rojo vivo la única provincia a nivel nacional gobernada por un partido provincial, el Movimiento Popular Neuquino, que hasta hace muy poco afirmaba ser “un modelo de gobernabilidad”.
A pocas horas de haber sido allanada la sede central de ATE –donde detuvieron al dirigente Horacio Fernández–, llegó a la provincia el máximo referente de la CTA nacional Víctor De Gennaro quien, inmediatamente conocida la decisión judicial de no liberar a los dirigentes, anunció un paro nacional que se cumplió ayer (ver aparte). En diálogo con Página/12 De Gennaro afirmó sentirse indignado “porque si pedir la renuncia de malos e ineptos funcionarios es una coacción agravada, imagínense ustedes si detuvieran y procesaran a todos los que hicieron y hacen el cacerolazo y piden la renuncia de todos los corruptos”. “Lo que aquí se intenta es descabezar una rebelión que hay en Neuquén contra los negociados que evidentemente hacen que esta provincia, inmensamente rica en petróleo y gas, se vacía llevándose la riqueza al exterior a favor de empresas como Repsol YPF” afirmo De Gennaro.
Al mismo tiempo que ayer se realizaba el acto central de protesta frente a la puerta principal de la Casa de Gobierno, se conoció la liberación de otro dirigente de la CTA, Ariel Aguilera de la Federación de Tierra y Vivienda.