El fiscal Guillermo Marijuán pedirá esta misma mañana la indagatoria de la ministra de Economía, Felisa Miceli, aunque no están del todo claros los delitos que se le imputarán. Marijuán trabajó ayer en su despacho de Comodoro Py en dos tiempos, antes de Argentina-Brasil y después del match. El cálculo es que anoche terminó el escrito. El fiscal tiene delegada la causa, pero la indagatoria debe ser resuelta por la jueza Servini de Cubría. Como ésta se encuentra de licencia, la subroga Daniel Rafecas. Según los datos recogidos en el expediente, el ladrillo de 100 mil pesos hallado en las oficinas de Miceli salió del Banco Central hacia la financiera Caja de Crédito Cuenca de San Martín, el 21 de mayo. Pero lo que va a constar en el pedido de indagatoria es que no hay ninguna prueba contundente de cómo salió el ladrillo desde Cuenca hacia el hermano de Miceli. “Algo turbio hay”, insisten los que investigan.

Desde el punto de vista oficial existe un enorme vacío de explicaciones. Miceli ha dicho –con más de una semana de demora– que el dinero se lo prestó su hermano, Horacio Miceli, para hacer una operación inmobiliaria. La ministra nunca dio demasiados detalles de esa supuesta compra. Pero esas escasas explicaciones sólo se hicieron a través de declaraciones públicas, no en el expediente. Se ha dicho que los letrados de Miceli vienen preparando un escrito e incluso se mencionó que lo entregarían mañana. Enumerarían, por ejemplo, cuáles fueron las inmobiliarias consultadas en la búsqueda de la casa que quería comprar. Sin embargo, al menos hasta ahora, no hay ningún descargo oficial, judicial, de la funcionaria, y la demora llama todavía más la atención si se tiene en cuenta que es público que Marijuán instruye la causa judicial desde hace al menos diez días. Por ahora, el fiscal se guió por sus propias investigaciones y las del fiscal de Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido.

Lo concreto es que, después de la visita al Banco Central y de recibir un informe oficial de esa entidad, quedó certificado que el ladrillo de 100 mil pesos con el número de lote, el 38.057 bco 30, fue a parar a la Cooperativa Cuenca. Lo que sucede es que la financiera dice que no hubo extracciones de 100 mil pesos o más desde el 21 de mayo hasta que se encontró el dinero en el despacho de Miceli, por lo cual hasta parece oscuro, para el fiscal, la forma en la que se movió el dinero. Es más: existe una pesquisa contra la Cooperativa Cuenca por maniobras nada claras.

El otro elemento que juega en contra de Miceli es que, aunque el hermano no figura en el expediente, la fiscalía tuvo la precaución de verificar si Horacio Miceli realizó operaciones con Cuenca e incluso si movió cifras iguales o superiores a 100 mil pesos de sus cuentas en bancos. Ninguna de las dos cosas se comprobaron, es decir que ni Miceli tiene relación con Cuenca, ni movió 100 mil pesos de ninguna de sus cuentas. Tal vez alguna explicación de la ministra encamine el rumbo del expediente judicial, pero hasta ahora nada se aportó para cambiar el rumbo.

Menos fuerza tienen las acusaciones contra Miceli por el acta que se suscribió la mañana del 5 de junio, cuando efectivos de la unidad antiexplosivos de la Policía Federal encontraron el dinero. La denuncia periodística inicial hablaba de 240 mil dólares, mientras que en el acta figuran 100 mil pesos y 31 mil dólares, o sea una cuarta parte de lo mencionado. Aunque el fiscal no descarta que pueda existir alguna sustitución de actas, lo cierto es que no encontró ningún elemento sólido que lo pruebe. Es más: da la impresión de que el acta que dio a conocer Economía fue la labrada aquella mañana.

Aun así, habrá que ver cómo encuadra Marijuán el cuadro probatorio y los delitos a imputar. De entrada sostuvo que podría ser evasión impositiva, enriquecimiento ilícito, falsedad de documento, cohecho –si pudiera probar que la plata viene de una coima– o lavado de dinero (en caso de considerarlo plata negra).

Como es obvio, la expectativa también estará hoy puesta en la Casa Rosada. Allí sostuvieron a Miceli porque la consideran una funcionaria honesta, de larga militancia y un tren de vida austero. En el más alto nivel del Gobierno califican como “una tontería”, “un olvido”, la aparición del dinero en el despacho de la ministra. Razonan incluso que ésa no es la forma de actuar de una persona corrupta. Sin embargo, el pedido de indagatoria pondrá otra vez sobre el tapete si el Presidente va a sostener o no a la ministra. Puede que tome la decisión hoy mismo, cuando salga el pedido de Marijuán, o podría esperar hasta que la causa judicial evolucione después de que se presente el demorado escrito de los letrados de Miceli.