El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, encabezado por Mauricio Macri, aún no logró determinar de qué forma llevará adelante la negociación con los ocupantes del predio del Parque Indoamericano en Villa Soldati. Anoche, mientras el Ministerio de De-sarrollo de la Nación continuaba con el censo de las personas que permanecían en el lugar, desde el PRO aguardaban para conocer los datos que arrojen un número “lógico y coherente” de la gente a la que tendrían que ofrecerle una solución habitacional. Aunque desde la cartera Social porteña aseguran que “confiarán” en los datos que les provea la Nación, fuentes del macrismo con acceso a la negociación pusieron en duda su validez: “¿Macri va a aceptar el censo que le haga Alicia Kirchner?”, desconfiaron. En tanto, el jefe de Gobierno volvió a echarles la culpa de la situación a la “inmigración descontrolada” y a las “mafias”.

El jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, aseguró a Página/12 que la “prioridad absoluta” del PRO, por el momento, es “garantizar la seguridad de la Ciudad”, antes de evaluar alternativas para la solución al conflicto, en medio de los incidentes que anoche volvieron a protagonizar habitantes de las zonas aledañas al parque con la Prefectura que acordona el predio. Todo el macrismo se abroqueló detrás de su líder, al señalar que la situación se encuentra en una “impasse”, aunque no abandonan la idea del desalojo por la fuerza. La discusión para definir una estrategia a futuro seguirá hoy, cuando se traslade la habitual reunión semanal del Gabinete porteño al Instituto Superior de Seguridad Pública, donde se entrena la Policía Metropolitana, justo frente al Indoamericano. Luego se reunirán representantes de los ministerios involucrados con sus pares a nivel nacional. “Tenemos la expectativa de no encontrar mezquindad política y la de ver una voluntad de acuerdo a un problema muy grave”, indicó la titular del Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad, María Eugenia Vidal, quien reiteró que el espacio público “no se negocia”.

Anoche, el jefe de Gobierno volvió a insistir en que “la inmigración descontrolada” y “las mafias” que subyacen en la ocupación son “el avance de que cada uno haga lo que quiera” en el espacio público. A pesar de sostener que tiene una “excelente relación con todas las colectividades”, apuntó que “esta inmigración no enriquece a la Argentina”, y que si se accede a los pedidos de las personas que ocuparon el Indoamericano, “no tenemos futuro”. “Por unas imágenes de cuatro o cinco policías haciendo lo que no debían, la orden fue que tenían que replegarse”, acusó Macri, indignado, sobre las imágenes emitidas por la televisión, donde se ve a un grupo de federales apaleando a un joven en el suelo durante el desalojo que terminó con dos muertos. “Esto no fue espontáneo. Se cruzaron negocios con la mala política”, apuntó Macri al señalar al delegado de los ocupantes del predio, Alejandro Salvatierra, como “un puntero de (Daniel) Filmus”. “Vamos a reunirnos con el gobierno nacional para encontrar un camino de salida que no dé un mensaje equivocado a la gente”, concluyó Macri.

Más temprano, funcionarios del macrismo recorrieron la zona tomada junto a los censistas del Ministerio de Desarrollo Social en un operativo que se desarrolló con normalidad. “Esperamos confiados que sea un número coherente y lógico”, anticiparon desde la misma cartera porteña. Comentaron que harán los “cruces” que correspondan para determinar si los ocupantes perciben algún tipo de plan social del Estado. “Sería interesante que el gobierno bonaerense se acercara a ver la situación de las personas que vienen” de la provincia, comentó Vidal, apuntando al gobernador Daniel Scioli. Fuentes del macrismo le dijeron a Página/12 que la negociación no será fácil: el PRO se niega a tener que construir las nuevas casas. “Que se mantenga el esquema de construcción de vivienda social como en el resto de las provincias, la Ciudad pone la tierra y la Nación construye”, arriesgaron como solución, aunque anticiparon que lo primero será determinar si Macri acepta los números provistos desde la cartera que comanda Alicia Kirchner.

Informe: Gabriel Morini.