El jefe de Gabinete y el ministro de Economía ratificaron ayer la decisión del Gobierno de mantener inalterable la aplicación de retenciones móviles sobre granos cuyo precio está en ascenso y acusaron a los dirigentes ruralistas de no haber aceptado el convite al diálogo. Alberto Fernández les imputó tener una rentabilidad “extraordinaria” y enumeró algunas de los beneficios oficiales para apuntalarla: “dólar gerenciado” y “gasoil subsidiado”. En la misma línea de razonamiento, Martín Lousteau defendió ese esquema como una herramienta para “contener la inflación”.

“Sin las retenciones, la inflación sería más alta”, aseguró Lousteau en una entrevista al canal de cable TN y acusó al sector agropecuario de mostrar “desdén con el resto de la sociedad”. Aseguró, además, que “ahora los campos valen cuatro veces más en dólares”. “¿Alguien se preguntó cómo sería la situación en el conurbano si subieran más los precios?”, inquirió Lousteau, para luego enfatizar que el campo “se beneficia por el tipo de cambio competitivo y el subsidio a los combustibles”.

En esa línea, Alberto Fernández indicó que “los argentinos sepan que los que paran han tenido extraordinarios resultados económicos, que no han visto reducir sus utilidades”. Según destacó el funcionario, el involucramiento de los ganaderos en la medida de fuerza actual “es un elemento extorsivo”, ya que la decisión oficial que se está cuestionando afectó solamente a los impuestos a las exportaciones sobre soja y girasol y maíz y trigo y no a la producción ganadera. Los ruralistas “extorsionarán a la gente como en otras épocas de la historia argentina y la harán padecer, porque ellos se sienten con derecho a quedarse con una enorme utilidad que todos los argentinos les facilitamos”, se quejó.

“Nosotros no tenemos que retroceder nada”, advirtió el funcionario, quien acusó a Eduardo Buzzi (Federación Agraria) y a Luciano Miguens (Sociedad Rural) de no haber aceptado la propuesta al diálogo que les formuló el Gobierno hace un par de meses. Al respecto, Lousteau también destacó la poca predisposición al diálogo: “Si el campo define unilateralmente, sin hablar con el Gobierno, habrá los problemas que el propio campo genere”. Para el ministro de Economía las nuevas retenciones que tanto exasperaron a los dirigentes agrarios “están ratificadas”. “Esto (en alusión al paro) demuestra el interés de algunos sectores con el resto de la población. En el medio de Semana Santa se decide una especie de piquete patronal donde se incomoda y se pone en riesgo el abastecimiento”, sentenció el ministro. “Creo que es responsabilidad clara de un sector que, si fuera por él, tendría mejoras en precios internacionales mayores a las que tienen hoy... Así nosotros tendríamos mayores problemas de los que tenemos hoy en los precios domésticos de los alimentos”, subrayó el ministro.