EL PAíS
El arte de demorar una declaración
Carlos Menem se presentó finalmente ante el juez federal Norberto Oyarbide pero se negó a responder las preguntas que el magistrado y el fiscal Miguel Angel Osorio pretendían hacerle sobre las cuentas que supuestamente tiene en Suiza. “Voy a prestar declaración recién cuando se resuelvan definitivamente todas las incidencias (procesales)”, fue el argumento al que recurrió el ex presidente para postergar una vez más su indagatoria en la causa que se le sigue por “omisión maliciosa” por haber omitido consignar en su declaración jurada de bienes una cuenta con alrededor de 600 mil dólares radicada en un banco suizo.
Menem acudió al despacho de Oyarbide después de que el juez le advirtiera que en caso de que no se presentara a comparecer, iba a declararlo “en rebeldía” y a disponer su detención a fin de tomarle declaración indagatoria. El ex presidente tendría que haberse presentado ante Oyarbide el lunes pasado, aunque entonces sus abogados solicitaron la postergación del trámite. El magistrado pasó la audiencia para el último jueves, pero ese día esperó en vano: Menem directamente no acudió a la cita.
En el marco de la estrategia para demorar la prosecución de la causa, la defensa de Menem tiene hechos varios planteos. De hecho, en su momento pidieron la nulidad de la indagatoria y cuestionaron también la competencia de Oyarbide y Osorio. Además, solicitaron la acumulación de causas “por conexidad” con el objetivo de llevar el expediente a manos del juez en lo Penal Económico Julio Speroni, quien ya le dictó “falta de mérito” en la causa por contrabando de armas a Ecuador y Croacia.
“No se negó a declarar, sino que dijo que va a declarar oportunamente”, explicó Adrián Menem acerca de la actitud asumida por su tío.
Osorio, en tanto, consideró que Menem “cumplió acabadamente con el acto procesal” y que hizo “uso de su derecho constitucional de negarse a declarar en tanto se resuelvan los incidentes que están en trámite”. No obstante, el fiscal no descartó que el ex presidente “en algún momento pueda ser citado porque haya otras pruebas u otras razones” y dejó en claro que “la prescripción de la causa se ha interrumpido desde que ha sido convocado a prestar declaración indagatoria”, por lo que el expediente tendrá vigencia por los próximos dos años o hasta tanto el juez magistrado defina la situación procesal de Menem.
Oyarbide tiene ahora diez días para resolver el futuro de Menem y tres opciones: procesarlo, dictarle la falta de mérito o sobreseerlo.