El video registrado por la cámara oculta comienza con imágenes del exterior del boliche Quatro Cat’s. El protagonista –un testigo de identidad reservada– ingresa luego a un sitio oscuro. Allí se registra especialmente parte del diálogo que mantiene con una de las mujeres que trabajan en el lugar.

–¿Sos argentina?

–Peruana.

–¿Limeña?

–Sí.

La edición del video que será presentado a la Justicia salta al momento en que el testigo propone la posibilidad de un encuentro sexual.

–Tienes que pagar el pase acá –le dice ella.

–¿Para qué?

–Para ir al lado. Para salir yo. El pase está a 41, y el hotel 15, media hora.

La cámara toma la cara de la mujer en la oscuridad. Al fondo, unas luces. Ella va hacia la barra y charla con otra mujer, que le dice al cliente:

–Trátala bien y dale una buena propina. Te lo hace rico, rico.

Los dos entonces salen a la calle, caminan unos pasos y entran en el Hotel Leblon. Los atiende una chica, detrás de un vidrio. La mujer le da el dinero y la de la ventanilla les indica el número de habitación, después de chequear por teléfono con una empleada de limpieza.

La mujer, a quien se identifica como Laura, sube entonces las escaleras, en busca del cuarto, y el hombre con la cámara la sigue desde atrás. Se ve entonces cómo ella se tambalea.

–Me mareó la cerveza –dice.

–A ver limeña, cuéntame un poco de ti –le propone el hombre, una vez adentro de la habitación.

–Tengo dos hijas, soy separada. Hace dos años que estoy aquí.

Laura ya se ha desvestido y está acostada en la cama. El hombre sigue la conversación.

–¿Y cómo fue que viniste a parar acá?

–Una prima me trajo, me dejó y se fue la porquería.

–¿Y qué vas a hacer?, ¿te vas a quedar toda la vida acá?

–No, voy a buscar un trabajo, pero ahorita, para juntar plata, sí. Necesito plata.

–¿Estás viviendo aquí cerca?

–Estoy durmiendo en el tren. Por eso tengo sueño, no dormí nada desde el martes. Y estoy así desde el jueves. No tengo lugar donde haya pieza.

La grabación fue registrada el sábado 6 de diciembre a la madrugada. Es decir que Laura llevaba cuatro días sin dormir.

–¿Cómo es la movida acá? ¿Ustedes laburan por sueldo o por cliente?

–Por cliente te pagan 12 pesos.

A las imágenes registradas ese día, se agregaron otras, tomadas el viernes último, en las que se ve a un patrullero detenido frente a la puerta del local, en Rivadavia 3007.