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El sábado, las cuatro cámaras agropecuarias habían firmado una solicitada rechazando rotundamente la posible creación de un ente nacional que controle la comercialización de granos. Ayer, antes de la reunión con el Gobierno, el titular de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, buscó rectificar su posición al señalar que la intervención estatal no sería “mala” para evitar un enfrentamiento político-ideológico al interior de la entidad. Por su parte, el presidente de Coninagro afirmó que él siempre abogó por un “Estado regulador”, aunque sin que intervenga demasiado en el libre juego del mercado. Finalmente, en el encuentro con el Gobierno, los dirigentes agropecuarios preguntaron por el proyecto y los funcionarios presentes aseguraron que, si la iniciativa despegaba, sería enviada al Congreso.

La firma de FAA en la solicitada repudiando la intervención del Estado en la comercialización de granos que concentran unas pocas corporaciones multinacionales va en contra de una reivindicación histórica de la entidad. Antes del encuentro, Buzzi cambió de posición y señaló que “los instrumentos que vengan a equilibrar, transparentar, garantizar abastecimiento y armonizar precios no son malos”, y como para meter alguna crítica, aclaró que “una cosa es el Estado (a cargo del ente) y otra es el Gobierno”. Dando por sentado la creación del organismo “testigo”, pidió que la propuesta pasara por el Congreso. “Ningún país del mundo deja liberado la comercialización de sus riquezas”, afirmó el dirigente federado.

Más confundido, pero sin la misma fuerza ni los mismos problemas al interior de la entidad, el presidente de Coninagro, Carlos Garetto, señaló que le parecía que el tema estaba siendo estudiando por el Gobierno. Garetto intentó aclarar la posición de su entidad ayer por la mañana: “Coninagro siempre ha sostenido que el Estado debe ser el ente regulador, fiscalizador y marcar la cancha, pero hay que dejar que los jugadores jueguen de tal manera que se expresen con transparencia”.

Para el titular de Coninagro, “si el Estado va a intervenir como un operario más es una cosa, ahora como monopolio es otra. Me parece que con la experiencia hay que buscar perfeccionar estos controles o fiscalizaciones, y dejemos que el sector privado siga operando con grandes inversiones en infraestructura logística, portuaria y de acondicionamiento de granos”, detalló. La posición de Garetto parecía señalar algo así como que el Estado intervenga, pero sin afectar los intereses del poderoso lobby exportador.