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Las cuentas del Estado se mantienen positivas, pero el resultado se comprime. En julio el superávit fiscal ascendió hasta los 765,5 millones de pesos, una fuerte caída de 80,9 por ciento frente al mismo mes del año pasado. El ministro de Economía, Amado Boudou, advirtió que la caída interanual es “lógica” y destacó la preservación del registro superavitario en un escenario económico adverso. En tanto, el resultado financiero mostró un déficit de 571,2 millones de pesos. Por su parte, entre enero y julio, el superávit primario alcanzó a los 7933 millones de pesos. Esta cifra se encuentra 67 por ciento por debajo de los primeros siete meses de 2008, cuando ascendió hasta los 24.331 millones de pesos.

“El resultado se dio en circunstancias muy adversas en las que se desarrolló la economía internacional. A pesar de esto, los números del Estado siguen siendo positivos”, destacó el ministro de Economía, Boudou. El funcionario estuvo acompañado por el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa. Según señaló el ministro, “hasta julio se distribuyeron 1642 millones de pesos a las provincias, de acuerdo con la nueva ley de coparticipación de las retenciones”.

El ministro explicó que, en parte, el menor nivel de superávit se debe a “una decisión del Gobierno de sostener políticas que aumentan erogaciones buscando efectos anticíclicos”. Según apuntó, durante julio “las inversiones de capital aumentaron un 84 por ciento en términos interanuales para mantener la producción y el empleo”. Además, el titular del Palacio de Hacienda afirmó que “el peor trimestre fue el que pasó y estamos empezando a ver una aceleración” de la actividad económica.

En tanto, el saldo financiero acumuló desde enero un déficit de 2305 millones de pesos, que contrasta con el margen positivo de 16.627 millones de pesos, que se había generado en el mismo período del año pasado. Los ingresos corrientes sumaron 22.309 millones de pesos, contra gastos corrientes por 20.145 millones, lo que dio un resultado económico primario favorable de algo más de 2163 millones de pesos.

Entre los mayores gastos se anotaron las Prestaciones de la Seguridad Social, por incremento de haberes y la moratoria provisional, y gastos de capital, por la inversión real directa destinada a construcciones y mantenimientos de rutas y caminos, la terminación de Atucha II y la construcción de plantas potabilizadoras.