Domingo, 23 de agosto de 2009 | Hoy
EL PAíS › LOS ULTIMOS MOVIMIENTOS DE LOS PRESIDENCIABLES DEL PERONISMO DISIDENTE Y UNION-PRO
Carlos Reutemann sigue sin definirse y postuló a Eduardo Duhalde, que no encuentra candidato para 2011. Francisco de Narváez nomina a Mauricio Macri, pero teme que el jefe de Gobierno decida ir por otro mandato. Felipe Solá ya está lanzado.
Por Werner Pertot
“Nos dejó en bolas.” Esa es la sensación de los duhaldistas sobre el giro que dio esta semana Carlos Reutemann al intentar lanzar como candidato presidencial a Eduardo Duhalde. Las dudas del santafesino preocupan al ex presidente, que no ve un postulante claro para 2011. El virtual lanzamiento de Felipe Solá no hizo más que alejar el apoyo de sus aliados. Aunque un sector de PRO quiere a Mauricio Macri como candidato, muchos lo ven encaminándose a ir por un segundo mandato en la Ciudad de Buenos Aires. Francisco de Narváez prepara su candidatura a gobernador, pero necesita un postulante a la Casa Rosada que le permita evitar las dificultades de 2007, cuando fue sin boleta presidencial. “¿Quién te dice que no termina lanzándose él a la presidencia?”, insiste más de un peronista disidente, pese a la restricción legal que tiene por haber nacido en Colombia.
En 2002, cuando Duhalde insistía con Reutemann como su candidato para el año siguiente, el ex corredor de Fórmula Uno tomó la misma curva brusca: “El hecho de que Duhalde haya estado al frente del país en un momento muy duro lo pone en una buena posición para presentar su candidatura”, dijo el 5 de diciembre de 2002. En ese momento, agregó: “Duhalde no es mi candidato, ni yo soy el candidato de Duhalde”. La historia a veces se repite.
Ante el nuevo ping-pong de candidaturas con el santafesino, el ex presidente ordenó a sus dirigentes más cercanos que hicieran silencio y no confrontaran. Quizá se olvidó de mencionárselo a su esposa: “Me cayó mal, fue una sorpresa. La verdad es que nos sorprendió de manera increíble”, advirtió Chiche Duhalde. “No sé lo que piensa Reutemann. El 99 por ciento de la sociedad no sabe lo que piensa. Vemos en él una figura honesta, una figura que puede ser presidenciable, pero en realidad no conocemos su pensamiento. El solo sabe lo que piensa”, sostuvo.
En el entorno de Duhalde señalan que, más que enojado, quedó descolocado por las declaraciones del ex gobernador de Santa Fe. “La sensación es que nos dejó en bolas”, se sinceran. La pelea de Reutemann con su lugarteniente Roxana Latorre no hizo más que incrementar la sensación de que lo que haga el ex corredor es imprevisible. “Ella no bosteza sin pedirle permiso al Lole, así que lo que ocurrió es incomprensible”, sentencian cerca del ex presidente. Incluso, deslizan que Reutemann estaba al tanto de que la senadora iba a firmar el despacho, pero no advirtió a tiempo la repercusión mediática que iba a tener.
Si el candidato no es Reutemann, en el duhaldismo imaginan un acercamiento con el gobernador bonaerense Daniel Scioli, con el que el ex presidente tuvo (al menos) tres reuniones desde la derrota kirchnerista de junio. Chiche Duhalde lo mencionó como el otro posible presidenciable, pero planteó que “tiene que mostrar ganas de gestionar”. “Está mostrando otra actitud. Le falta rendir algunas materias que tienen que ver con la gestión. Por Daniel tengo un aprecio muy grande, pero tiene que armar un gabinete realmente comprometido y conocedor, un equipo con compromiso y mística”, le marcó el camino.
Si Duhalde presiona a Reutemann para que defina su candidatura, De Narváez hace lo propio con Macri. El Colorado necesita un candidato presidencial a la cabeza de su boleta para no repetir el resultado de 2007, cuando quedó tercero, detrás de Margarita Stolbizer. De Narváez teme que Macri termine haciendo lo mismo que entonces: ir por un segundo mandato frente al gobierno porteño. Y, por lo que se escucha en PRO por estos días, sus temores no son infundados. “Lo veo totalmente encaminado para otro mandato en la ciudad”, se le oyó decir a Ramón Puerta, luego de una charla que compartió con Macri el viernes pasado.
Los macristas temen que no haya un candidato que les permita una continuidad en la ciudad si Macri se lanza a presidente. Los 31 puntos que obtuvo Gabriela Michetti les suenan a poco a varios operadores PRO. Es más, les saben a derrota en 2011. La ex vicejefa pasó de una sobreexposición mediática a un silencio total, que pocos en PRO pueden explicar.
Así las cosas, el jefe de Gobierno inició una nueva estrategia: quiere ver si logra posicionar a Horacio Rodríguez Larreta como su sucesor. El jefe de Gabinete porteño empezó a dedicar sus sábados a recorrer la ciudad. También tuvo algún asesoramiento en cambiar su vestimenta y su relación con los medios. “Horacio tiene gestión. Lo que tiene que resolver es su relación con la gente”, insisten quienes lo impulsan.
Por consejo de Jaime Durán Barba, Macri le bajó el tono a su proyecto presidencial. Sin embargo, varios dirigentes de PRO fomentan ese camino.
Entre ellos están Daniel Amoroso y Cristian Ritondo, dos peronistas PRO que funcionan como un puente entre De Narváez y Macri. “El espacio de Francisco y Mauricio va a tener un candidato a presidente y queremos que sea Macri”, señaló Ritondo a Página/12. En el palacio de gobierno también hay quienes piensan así. “Lo de Reutemann pegándose a Duhalde nos ayuda. Tenemos que mantenernos lejos de eso, fuera de la interna del peronismo”, se sonrió un alto funcionario porteño. “Cuando se lance Mauricio, muchos peronistas lo van a votar”, se confió.
Como una medida para apuntalar el armado nacional, consensuaron con De Narváez una mesa nacional de Unión-PRO, donde Felipe Solá tiene un solo representante (Eduardo Amadeo). El plan es que desde esa mesa se amplíen las mesas provinciales que han armado en PRO y que hasta ahora no convocan multitudes: en PRO La Rioja está la menemista Alejandra Oviedo y de PRO Jujuy formaría parte el radical Alberto Tell, procesado por las coimas en el Senado.
De Narváez se ocupó de señalar como presidenciables a Solá y Macri. Lo hizo en un acto en el que tenía pensado mencionar sólo al jefe de Gobierno, pero las amenazas del ex gobernador de romper el espacio lo hicieron cambiar de parecer. En ese acto, se reivindicó como peronista, tras una campaña donde esa identidad se perdió en un discurso light. Un armador peronista del empresario señaló a este diario que De Narváez tiene pensado iniciar un camino más hacia el peronismo puro y duro que hacia el PRO.
De Narváez no estuvo ayer en el virtual lanzamiento de Solá como precandidato a presidente. “Está bien que lo haga”, advierten, de todas formas, sus operadores. A Solá también lo observa un sector del peronismo disidente que piensa en una construcción sin ninguno de los empresarios-políticos. Una muestra de esto fue un acto en las 62 Organizaciones, donde Gerónimo “Momo” Venegas buscó desmarcarse de Unión-PRO y plantear candidatos del peronismo ortodoxo. También impulsa esa vía el diputado Jorge Sarghini, quien fue postergado en las listas por De Narváez en la última elección y terminó rompiendo con Unión-PRO. Un consiglieri de Solá resumió estas líneas rupturistas en una frase: “El proyecto político no se hace sólo con plata y con apellido”.
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