EL PAíS › KRAFT ACUSA, LOS DESPEDIDOS LA DESMIENTEN

Las acusaciones y los despidos

 Por Adriana Meyer

“A mediados de junio teníamos tres casos de compañeros infectados con gripe A, pedimos que tomaran medidas, que cerraran la guardería porque nos daba pánico que se contagiaran nuestros hijos, entonces la cerraron, pero nos dijeron que no nos pagarían los sueldos. Hicimos un paro y nos despidieron.” El relato de Susana Noguera, trabajadora despedida de Kraft Foods y madre de dos hijos, resume el origen del conflicto que lleva más de 40 días, en el que hubo un desalojo con represión a los despedidos y ningún indicio de solución. Tras esos hechos la empresa denunció a los trabajadores en la justicia penal, pero Páginal12 pudo saber que la causa está paralizada y no hay ningún imputado.

“El 3 de julio un grupo de empleados tras un paro intempestivo bloqueó las salidas de la administración, privando de su libertad al personal que se encontraba dentro durante varias horas e impidiendo el regreso a sus hogares”, decía la solicitada que publicó la empresa el 27 de septiembre.

“Siendo una planta alimenticia la verdad es que los baños estaban en muy malas condiciones, no teníamos alcohol en gel ni limpiaban con lavandina, por la emergencia nacional hicimos nuestros reclamos, pero la fábrica seguía en una actitud arbitraria. Nos negaron las licencias a las madres y a los enfermos. Hicimos asambleas para parar la producción, la paramos, pero no había respuestas. A los administrativos les habían dado los días, entonces los compañeros del turno tarde hicieron un abrazo simbólico de apoyo, nos tomamos de las manos y marchamos hacia las oficinas de los directivos”, cuenta Noguera. “Seguimos con asambleas y entonces intervino el Ministerio de Trabajo. En ese momento acceden a fumigar la planta, ponen alcohol y lavan el comedor con lavandina. La guardería se cerró, pero al mes, cuando vencía el plazo, recibimos la notificación de despido por paro ilegal y porque alegaron mentirosamente que cometimos privación ilegítima de la libertad cuando fuimos a las oficinas de los directivos, porque cuando llegamos no había nadie ahí”, agregó la operaria. Cuando estalló el conflicto, el vocero de la empresa, Pedro López Matheu, afirmó que “los despidos no se produjeron por causas gremiales, sino por hechos de violencia e intimidación que la empresa no va a tolerar”.

La causa penal contra los trabajadores que exigieron medidas por la gripe A está radicada en el juzgado de garantías 2 de San Isidro, a cargo de Orlando Díaz. “Esa denuncia que fundamentaría los despidos está paralizada desde hace dos meses, no llamaron a nadie a indagatoria, ni siquiera hay imputados. El hecho ocurrió tarde a la tarde y la mayoría de los despedidos son del turno noche”, dijo el abogado Mariano Pedrero. Los delegados despedidos fueron elegidos por sector en marzo del año pasado, y por primera vez Kraft tuvo 40 representantes gremiales que se sumaban a la ya díscola comisión interna conducida por Ramón Bogado. El nuevo cuerpo de delegados está reconocido por el estatuto sindical y por el convenio de la alimentación, pero no así por el gremio de Rodolfo Daer y la empresa. El Ministerio de Trabajo dice que los reconoce pero los propios delegados afirman que no es así.

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