- Nocturno. La actividad en el Congreso había terminado por completo. La única luz que quedaba prendida en todo el edificio era la del despacho del vicepresidente Julio Cobos, que estaba reunido con Enrique “Coti” Nosiglia, Raúl Baglini y Oscar Aguad. La comitiva encabezada por Gerardo Morales, Ricardo Alfonsín y Angel Rozas ingresaba caminando por Hipólito Yrigoyen. Los bares de alrededor del Congreso se llenaron de dirigentes que no querían perderse el desenlace de una definición clave.

- Billetes. Enfrente del Comité Nacional había dos pasacalles con el nombre del vicepresidente de la sede Capital, Marcelo Montero. Debajo de los pasacalles, un grupo de militantes tocaba el bombo y los platillos. Propios y ajenos se sorprendieron cuando a plena luz del día, Montero, dirigente de la Junta Promotora Cobos presidente 2011, cruzó la calle, contó unos billetes y se los dio a los militantes que tocaban el bombo. Lamentablemente, la jornada se extendió y no había plata para horas extras: la murga terminó antes de que arrancara el plenario.

- Familia. Así como cuando juran los legisladores, Ernesto Sanz trajo a su familia desde Mendoza para presenciar su asunción como presidente del Comité Nacional. Su mujer, sus dos hijos y su hermana viajaron en avión para participar de la ceremonia. Pero la interminable rosca partidaria dejó a la familia Sanz con las ganas de festejar.