Mientras la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires comienza a definir esta semana si crea una comisión para investigar al procesado jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, la relación entre el PRO y el resto de los partidos de la oposición hace temblar al Grupo A. Fuentes del macrismo le confiaron a Página/12 que las actitudes de líderes opositores como Elisa Carrió impactarán inevitablemente en la relación de los bloques en la Cámara de Diputados. “Sería una utopía pensar en que esto no afecte al Grupo A. Los que ven en eso pocas posibilidades, se equivocan”, aseguraron anoche dirigentes parlamentarios de PRO. “El hecho de que todos seamos opositores no significa que todos tengamos impunidad”, había asegurado minutos antes la chaqueña, al ser consultada por el caso de las escuchas ilegales.

La falta de respaldo de los dirigentes nacionales de la oposición generó mucho enojo entre los líderes del macrismo. La semana pasada, al conocerse la noticia de la confirmación del procesamiento por parte de los tres jueces de la Cámara Federal, los diputados del PRO mantuvieron conversaciones con sus pares de la oposición como Adrián Pérez de la Coalición Cívica o Silvana Giudici de la UCR. Según fuentes de PRO, en aquellas conversaciones mostraron su solidaridad ante lo que el macrismo considera una embestida del kirchnerismo para sacar a Macri de la carrera presidencial de 2011.

“Los que sabiendo que esto es absurdo no se juegan fuertemente, no se dan cuenta de que los próximos pueden ser ellos”, aseguró ayer la diputada Gabriela Michetti en un programa de televisión. El secretario general del Gobierno, Marcos Peña, los instó a tomar una decisión: “Juego o no juego para defender la democracia”. En el PRO mantienen el argumento de que Macri no tiene ninguna vinculación con las escuchas ilegales y que el procesamiento se trata de un intento por “limar” al candidato presidencial.

Desde las otras fuerzas políticas trataron de marcar distancia del jefe de Gobierno porteño y remarcaron que la alianza que mantienen en el Congreso corre por carriles paralelos a la situación de la ciudad. “La suma de voluntades que tenemos en el Congreso nunca implicó un paralelismo con lo que pasa en la ciudad”, sostuvo Giudici, la secretaria general del bloque radical. La diputada porteña recordó que vienen trabajando junto con el macrismo desde 2003, pero advirtió que siempre fueron oposición a Macri a nivel local. “No es ninguna novedad que tengamos diferencias con relación a la ciudad”, dijo y agregó que fue “muy crítica en la creación de la Metropolitana y cuando se designó a Young en la Agencia de Control”.

“La coordinación de los bloques tiene que ver con un consenso parlamentario muy general sobre algunas leyes puntuales”, aclaró el diputado socialista Roy Cortina, quien argumentó que es un error considerar al Grupo A como un espacio “monolítico”. Para el socialista, algunos dirigentes tenían “una confusión respecto de las posibilidades y los límites del Grupo A”.

“Lo que hay es una sobreactuación del macrismo respecto de victimizarse. Nosotros estamos impulsando una respuesta institucional a un hecho gravísimo que es el procesamiento del jefe de Gobierno, pero no vamos a impulsar una destitución prematuramente”, aseguraron en el bloque de Diputados de la CC.

“Carrió va a tener que hacer el Grupo A con los que se titulan Grupo C”, se enfurecían los macristas, mandándola a Lilita a hacer una alianza con los diputados de Proyecto Sur, que después de participar con los opositores en el reparto de comisiones en diciembre último decidieron abrirse de la alianza y formar un grupo aparte.

Habrá que esperar a ver cómo evoluciona finalmente la causa judicial contra el jefe de Gobierno, aunque los macristas insisten en que la relación quedó muy desgastada. Las declaraciones de Carrió en la conferencia de prensa de hoy y de los presidentes de los bloques en los próximos días serán decisivos para saber si se produce el segundo desprendimiento del conglomerado opositor.