Sobre nueve millones de vuelos realizados en el mundo, el Saab 340A sufrió accidentes sólo en tres ocasiones. En el primero, sucedido en abril de 1994 en Amsterdam, un vuelo de KLM provocó 3 muertos. En marzo de 1998, 13 personas murieron al estrellarse un vuelo de Formosa Airlines; en enero de 2000, 10 personas murieron en Zurich a bordo de un servicio de Crossair que cayó a poco de despegar. El vuelo 5428 de la empresa Sol fue el cuarto en la historia de este modelo de aeronave comercial que dejó de fabricarse en 2005 y que, todavía hoy, encabeza los rankings en materia de seguridad aérea. Con 22 personas fallecidas a causa del accidente, el episodio de Río Negro es también el que más cantidad de víctimas se ha cobrado a lo largo de la breve historia de tragedias ligadas a este modelo de Saab.

El modelo accidentado era un bimotor turbohélice que había comenzado a producirse a principios de la década de 1980, como resultado de un acuerdo entre la industria automotriz y aeronáutica sueca Saab y la norteamericana Fairchild. En 1983, a finales de enero, voló el primero de sus prototipos, el SF340, que un año después, al retirarse Fairchild, sería rebautizado como 340A. Entre entonces y 2005, Saab había puesto 430 unidades del modelo en servicio para 56 operadores de 25 países. La aeronave accidentada en Prahuaniyeu había sido comprada en 2010, provenía de la localidad norteamericana de Springfield y tenía capacidad para 34 pasajeros. Era “un Saab del año ’87, ’88”, indicó el vicepresidente de la empresa Sol, Juan Nyffenegger, quien detalló también que formaba parte de una flota de seis aviones de “alta calidad” monitoreados “permanentemente por la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil)”.

En Argentina, sólo Sol y LADE (Líneas Aéreas del Estado) operan vuelos con el Saab 340, cuya capacidad suele oscilar entre los 30 y los 35 pasajeros según se trate del modelo A o B (la versión producida algunos años después, y con mejoras como el cambio del motor, la reducción de ruidos dentro de la cabina, y la ubicación del baño a un espacio entre la cabina de mando y la zona de los pasajeros, para permitir más volumen de carga). Puede alcanzar una velocidad crucero de 467 kilómetros por hora. En su variante militar, el Saab 340 AEW & C, es un avión de vigilancia electrónica y suele ser utilizado por la Fuerza Aérea Sueca, la Real Fuerza Aérea Tailandesa y la Fuerza Aérea del Ecuador.

“Sólo registran tres accidentes los nueve millones de vuelos en el mundo” que involucran al Saab 340, recordó ayer también el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi. La información, aunque coincide con la relevada por el sitio web especializado airdisaster.com, difiere en detalles con la base de datos de la Aviation Safety Database (ASD), que amplía el espectro de siniestros del Saab 340 al contabilizar los accidentes de pérdida de casco. En ese caso, el número de eventos desafortunados trepa a 10, e incluye, además de los casos mortales ya referidos, episodios de destrucción total del avión. En febrero de 1990, el tren de aterrizaje se retractó accidentalmente de una aeronave en Zurich; en enero de 1993, otra se estrelló en una pista municipal de Minnesota por la presencia de hielo en las alas. En 1997, en Oporto, los pilotos de Líneas Aéreas Regionales desconocían que se estaban realizando tareas de mantenimiento en la pista, y la nave chocó contra las obras, tras lo cual se cortó el tren de aterrizaje. Un Saab 340 de American Eagle Airlines despistó y cayó en una zanja en un aeropuerto regional de Texas en marzo de 2000; otro debió proceder a un aterrizaje de emergencia en tierras de cultivo en Oaxaca en septiembre de 2001; una aeronave operada por United Express perdió el tren de rodaje mientras aterrizaba en Washington, en junio de 2005, y despistó.