Un testigo del accidente contó que vio “fuego, una luz y una explosión”. Fueron “cinco estallidos” los que se escucharon. El avión, entonces, “bajó un poco y volvió a subir otra vez”. Eso informó Mabel Yahuar, la intendente de Los Menucos, la localidad cercana al lugar donde, el miércoles por la noche, cayó la aeronave de Sol Líneas Aéreas. “Una persona vio el accidente. Vio fuego y una luz y la explosión. Escuchó cinco estallidos, aproximadamente, y vio humo”, contó que le había narrado el lugareño. La intendenta agregó que el avión “está todo destrozado. Es una situación muy difícil, el avión se prendió fuego. Es lamentable”.

La aeronave “parecía como si estuviera aterrizando y luego, cuando intentaba levantar nuevamente vuelo, se escuchó una violenta explosión”, contó Raúl Goycoechea, un habitante de Los Menucos que al momento del accidente aéreo manejaba su auto por una ruta cercana. En principio, recordó, intentó llegar al lugar del accidente, “pero al darme cuenta de que no podía acercarme por la oscuridad, fui hasta Los Menucos y avisé a los bomberos y a la policía que enseguida partieron al lugar”.

Otro testigo que vive en la zona, Juan Pablo Flehr, se acercó al lugar del accidente poco después de que ocurriera. Vio “algo desolador”, contó: “No quedó nada”. Sí “había cuerpos tirados y destrozados, repartidos en un radio de 200 metros”. “Quedaron pedacitos del avión, nada más, cenizas y pañales, porque parece que había un bebé.”

El médico socorrista Renato Gasaniga, por su parte, afirmó que en la zona del accidente “sólo se veían partes del avión y cuerpos por todos lados”. “Llegamos entre las 22.20 y las 22.30, y durante dos horas estuvimos rastrillando y buscando sobrevivientes, pero no encontramos a ninguno”. Goycoechea, por su parte, agregó que acompañó personalmente hasta el lugar del siniestro a los bomberos, y que las imágenes que vio en el lugar no se las olvidará por el resto de su vida.