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“Estamos frente a una situación no buscada, no premeditada, desatada a partir de un conjunto de circunstancias. Estoy asistiendo a una mujer desesperada.” La afirmación pertenece al psiquiatra y concejal de la localidad rionegrina de General Roca, Luis Di Giácomo, quien desde la muerte del gobernador Carlos Soria se hizo cargo de asistir psicológicamente a la esposa e imputada por el hecho, Susana Freydoz. “Desde la Justicia asumí esta responsabilidad para que no haya ninguna acción no esperada que pudiera darse en este tipo de situaciones tan desesperantes”, apuntó en declaraciones a medios televisivos. El médico solicitó a la Justicia la dilación de la declaración de la mujer “hasta que pueda salir del estado de shock” en el que aseguró se encuentra. Entonces, recién “se le podrán practicar pericias y estudios correspondientes”, concluyó.

El médico, allegado a la familia, explicó a los medios que Freydoz está bajo internación domiciliaria “con los cuidados necesarios para que pueda salir del estado de shock”. Si bien se negó a detallar si la mujer habría intentado suicidarse, fue tajante en la descripción del cuadro: “Estoy asistiendo a una persona desesperada que cuando toma conciencia de lo que pasó, ni ella misma se lo explica. Por tanto, describió la situación como “dramática y que requiere actuar con urgencia y precisión” y remarcó que hay que “cuidarla como ser humano”.

En cuanto a las razones que justificaron el pedido de postergación de la declaración de la única imputada por la muerte de Soria, Di Giácomo mencionó que Freydoz “no está en condiciones” de pasar por una situación de declaración indagatoria que “requiere de la persona en estado de conciencia que le permita defenderse, coordinar y pensar lo que dice”.

Según el profesional, incluso “es peligroso exponerla a la repetición del hecho traumático tan inmediatamente”, en relación con la serie de pruebas a las que deberá someterse la mujer en calidad de imputada, como largos interrogatorios y pruebas diagnósticas. El médico aseguró que permanece en un estado de “precariedad emocional” y que necesita “dejar pasar unos días durante los que estamos buscando esa estabilidad”, culminó. Por último, informó que la mujer se encuentra acompañada por su familia, que “está absolutamente unida, enfocada en ver cómo desde el afecto pueden sacar esta situación adelante”, confirmó el psiquiatra.

Si bien es la única imputada en la investigación por la muerte del gobernador, aún no declaró ante la Justicia. El lunes, el titular del Tribunal Superior de Justicia de Río Negro, Víctor Sodero Nieva, reveló que dos empleados de seguridad que estaban en la chacra cuando Soria recibió el disparo que lo mató habían testimoniado que Freydoz les había confesado el crimen.