- Invitada. La embajadora de Estados Unidos, Vilma Martínez, se mostró en primera fila de las bandejas macristas, con un conjunto azul marino. Su relación con Macri pasó por un momento incómodo cuando Página/12 difundió los cables diplomáticos de Wikileaks en los que el jefe de Gobierno le reclamaba que saliera a cuestionar al gobierno nacional y le rogaba que enviaran un “personaje emblemático” de Estados Unidos para el festejo del Bicentenario. En otro de los cables se describía su discurso en una visita a la embajada en 2008: “Macri dijo que los argentinos estarían ‘contentos’ si cayeran los Kirchner (alzando su vaso de agua, dijo ‘si este vaso de agua fueran los Kirchner, todos se estarían peleando por volcarlo’)”.

- Faltazo. Esta vez no asistieron a escuchar a Macri los ex jefes de Gobierno Jorge Telerman y Enrique Oliveira. Tampoco se vio en la bandeja destinada a diputados y senadores nacionales más que a unos pocos macristas (Laura Alonso, Julián Obiglio y Pablo Tonelli). No fueron la senadora de la CC María Eugenia Estenssoro ni la diputada Patricia Bullrich, dos habitués de los actos institucionales de la Ciudad.

- Cóctel. No podían faltar los canapés, las medialunas, las masas finas que, con gaseosas y café, fueron el desayuno previo que compartieron embajadores, legisladores y ministros en el Salón Eva Perón, prolijamente remodelado por el vicepresidente primero, Cristian Ritondo. La mayoría estaban vestidos de gala: la vicejefa María Eugenia Vidal lucía una blusa blanca y pantalón negro; la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, llevaba un vestido negro y el macrista Oscar Zago optó por los jeans; hubo quien lo vio abalanzarse de entrada sobre los triples de miga.