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Los policías que asesinaron a cinco manifestantes durante la masacre de Plaza de Mayo usaron armas de caza mayor. Así lo declaró en la causa un perito balístico de la Prefectura Naval. La pesquisa está demostrando que los que apretaron el gatillo serían oficiales de alto rango, algunos de civil, que cargaron sus escopetas Itaka con cartuchos calibre 12/70. Pero en lugar de hacerlo con los de goma, verdes y etiquetados “antitumulto”, lo hicieron con los de plomo, rojos e identificados como Propósitos Generales.
El experto afirmó que las escopetas 12/70 no son entregadas a cualquier agente de seguridad sino al que está instruido para su uso, porque “es un arma muy celosa que puede dispararse fácilmente”. Describió que la forma más aconsejable de dispararla es “bien posicionado” por el gran poder de retroceso que tiene. Y agregó que habitualmente es entregada a la infantería. El testigo también indicó que los cartuchos 12/70 que utiliza la Federal suelen tener 9 postas o perdigones, y cada uno de ellos mide casi lo mismo que un proyectil 9 milímetros. Es por eso que al principio se pensó que las heridas de los fallecidos habían sido producidas por un arma de ese calibre. Con los 12/70 es casi imposible determinar de qué arma salieron las balas porque su caño no es estriado como el de la pistola, de modo que no se puede establecer una correspondencia entre el proyectil y el arma. Los investigadores de la fiscalía 5 ya habían establecido que la Federal tiene prohibido el uso de balas de plomo.