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- Bandera. Tanto en los hoteles donde se hospedaron los mandatarios visitantes como en Planalto e Itamaraty, donde se llevó a cabo la cumbre, flameaban las banderas del Mercosur y las de Brasil, Argentina, Uruguay y Venezuela. La ausencia de la bandera paraguaya, país miembro el bloque aunque bajo suspensión debido al golpe de Estado institucional que sufrió ese país, levantó algunos comentarios. “Se discutió muchísimo y se arribó a esta decisión”, fue la única explicación que se dio sobre el hecho.

- Apetito. El plenario se estiró tanto que ya eran más de las 15 cuando concluyó, por lo que el apetito de los presentes en Planalto ya era considerable. En Mendoza, hace un mes, ante una situación similar, CFK había decidido hacer llevar al recinto algunos refrigerios y ayer en un momento propuso una medida similar, pero Dilma lo rechazó: la mesa ya estaba servida enfrente, en Itamaraty, esperándolos, por lo que no bien terminaron las declaraciones públicas, huyeron raudos hacia la sede de la Cancillería. Menos suerte tuvieron los periodistas: en el palacio de gobierno sólo había agua y café; y en el Ministerio de Relaciones Exteriores, apenas unos bocaditos que no alcanzaron para todos.

- Chapuzón. La entrada al edificio de la embajada argentina está flanqueada por dos espejos de agua (un estilo que se repite en muchos edificios de esta ciudad). Ayer, mientras Hugo Chávez salía por el estrecho corredor rodeado de un enjambre de periodistas, camarógrafos, fotógrafos y miembros de la comitiva, uno de los hombres encargados de su seguridad dio el mal paso y terminó chapoteando en la fuente. Por suerte no hubo que lamentar más consecuencias que una mojadura.

- Estadio. A menos de un kilómetro de la explanada de los ministerios se está construyendo un imponente estadio de fútbol con vistas al Mundial de 2014. El coliseo, que albergará a 70 mil espectadores sentados, resulta imponente, pero los capitalinos se preguntan si vale la pena semejante esfuerzo: además de la Copa Confederaciones del año próximo y de dos partidos de la Copa del Mundo, no se sabe si tendrá otro uso: es que la capital brasileña no tiene ningún equipo de fútbol en la Primera División.