La tasa por Alumbrado Barrido y Limpieza, en la Ciudad de Buenos Aires, sigue su inexorable camino hacia alcanzar el uno por ciento del valor de la propiedad. Esa, al menos, es la pretensión de la gestión de Mauricio Macri, que ayer envió a la Legislatura un informe que da cuenta del incremento en los valores de hasta un ciento por ciento. Según el gobierno porteño, el promedio del aumento será del 24 por ciento, pero los legisladores de la oposición desconfían de esa cifra y esperan estudiar la propuesta para determinar la real magnitud de la suba. Esos bloques ya habían presentado proyectos para derogar las reformas al Código Fiscal y a la Ley Tarifaria, sancionadas el año pasado, que les abrieron paso a los fuertes incrementos de este año.

De acuerdo con el confuso informe que el gobierno porteño dio a conocer, los aumentos se aplicarán sobre un total de 1.620.000 partidas, mientras que 150.000 estarán exentas. Para calcular las subas, se tomará en cuenta el nuevo valor denominado Valuación Fiscal Homogénea (VFH). Así, a las propiedades que tengan hasta 150.000 pesos de VFH se les aplicará un 50 por ciento de aumento. Este segmento está compuesto por unas 380.000 propiedades, que representan 21 por ciento del padrón. Aquellas cuyo VHF está entre 150.000 y 300.000 pesos, unas 58 mil partidas –el 3 por ciento del padrón–, abonarán hasta un 75 por ciento de suba. Para otras 27 mil propiedades, 1,5 por ciento del total, que superan valuaciones de 300.000 pesos, el tributo aumentará en un ciento por ciento. “Incluso se abrió una categoría más alta, que toma en cuenta las amenities (comodidades) en propiedades de lujo, como pileta de natación, gimnasio o cancha de tenis, que permitirá subir el valor de la valuación”, dijo a Página/12 el titular de la Comisión de Presupuesto de la Legislatura, Rogelio Frigerio (PRO).

Estos aumentos fueron calculados por la Agencia Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP) de la Ciudad, una atribución que le dio la Legislatura a fines del año pasado, cuando modificó la Ley Tributaria y el Código Fiscal. Por eso, estos valores no llegan a la Legislatura como un proyecto de ley, que puede ser aprobado o no, sino como un informe al cual, a lo sumo, se le pueden sugerir algunas modificaciones.

“La fórmula de actualización utiliza el índice de precios de la construcción”, explicó Frigerio. Esto, aunque la vivienda hubiera sido construida hace décadas, porque “algún parámetro hay que utilizar para actualizar los valores, que estaban muy retrasados”, aclaró. “Hasta llegar al tope del uno por ciento del valor de mercado.”

Así, un departamento de tres ambientes que esté valuado en 500 mil pesos (unos 100 mil dólares) terminaría pagando, con el correr de los años y los aumentos, 5000 pesos anuales de ABL, unos 420 pesos mensuales.

Para el diputado Rafael Gentili (Proyecto Sur) la propuesta de la gestión PRO “no es consistente con su descripción de la situación económica: ante un escenario de estanflación para el año próximo, planea castigar el bolsillo de la clase media, mientras beneficia con exenciones impositivas a empresas de los polos audiovisual, tecnológico y cultural”.

“Es muy grave que el gobierno comunique el aumento a través de los medios afines, es toda una definición política: hasta ahora no ha hecho una comunicación fehaciente a los legisladores”, dijo a este diario Fabio Basteiro, del bloque Buenos Aires para Todos, que buscó sin éxito la propuesta oficial en la Comisión de Presupuesto y en el sistema de la Legislatura, donde aún no había sido cargado. María América González, del mismo bloque, expresó: “Vamos a rechazar de plano este nuevo impuestazo y vamos a plantear la reforma del Código Fiscal y la Ley Tributaria”.

La legisladora se refería al proyecto de ley presentado por diez asociaciones de consumidores, respaldada por 19 legisladores de la oposición, que propone modificar la ley aprobada en 2011, que permite este tipo de ajuste. “Además hay otro proyecto del Frente para la Victoria, para sancionar una nueva ley tributaria, con lo cual ya serían 27 los legisladores que respaldarían una modificación”, dijo a este diario Pedro Bussetti, titular de Defensa de Usuarios y Consumidores (Deuco), una de las organizaciones que elaboraron el proyecto. Están cerca de los 31 votos necesarios para modificar la ley que atormenta a los porteños.

“En noviembre dijeron que el aumento promedio sería del 66 por ciento, pero los valores que aplicaron llegaron al 1000 por ciento, por lo que el promedio para este año no bajaría del ciento por ciento. Habría que ver si ahora es del 24 por ciento, como dicen”, cuestionó Aníbal Ibarra, del Frente Progresista Popular. “Van a seguir aumentando hasta llegar al uno por ciento del valor de la propiedad”, vaticinó.

El informe con el nuevo cálculo entró ayer y será tratado durante un mes por el Legislativo. Frigerio reconoce que los aumentos aplicados hasta ahora han sido fuertes y “han generado mal humor, pero los vecinos los han aceptado, porque los han comparado con las tasas que se aplican en localidades del Gran Buenos Aires, por ejemplo: hasta ahora hemos tenido sólo cuarenta reclamos administrativos”. Para el legislador oficialista, el informe de la AGIP pasará sin problemas por la Legislatura. “A lo sumo se le harán algunas observaciones puntuales”, advirtió.

Gentili, en cambio, duda de que la iniciativa pase con tanta comodidad. “Vamos a intentar modificar la Ley Tarifaria. Y si no se logra ahora, será el año próximo: va a ser difícil que el PRO logre los 31 votos para aprobar la ley a fin de año”, auguró.