El politólogo Ernesto Laclau advirtió que “el 8N no es una demanda, porque para tener una demanda uno tiene que tener reivindicaciones precisas. El 8N es la expresión del malestar de una Argentina que está muriendo”. El titular de la cátedra de Teoría Política en la Universidad de Essex, en Gran Bretaña, consideró que “por ahora no hay una sola representación. No hay un ‘significante vacío’, en mis términos, del discurso opositor. Están tratando de hacerlo poniéndose en contra de una posibilidad de re-reelección u otras opciones, pero todavía no hay un discurso coherente y no sé si va a plasmar”. “El 8N, por eso, va a ser un intento de la oposición, quizás el último, de presentar un discurso alternativo”, indicó. Por su parte. el referente de Carta Abierta y filósofo Ricardo Forster estimó que de la movilización participarán sectores de “una ideología no dicha, no explicitada, pero que se puede identificar perfectamente con una idea de derecha conservadora y en muchos casos con rasgos francamente de prejuicio e incluso de racismo también”. “Que se movilice una cantidad significativa no quiere decir que represente a la mayoría de la sociedad”, estimó.