EL PAíS › DUHALDE HABLO CON SUS ALIADOS EN GABINETE Y ELOGIO A KIRCHNER
“La imagen del gobierno es muy buena”
Por M. P.
En menos de una semana, los teléfonos de varios ministros y secretarios del Gobierno recibieron “la llamada” que esperaban desde hace quince días. Primero fue el ministro del Interior, Aníbal Fernández. Después llegó el turno del jefe de la Unidad Presidente, Juan Carlos “Chueco” Mazzón, y del jefe del bloque del PJ en Diputados, José María Díaz Bancalari. El último fue Ginés González García, que recibió el llamado el jueves, desde Italia. El interlocutor, en todos los casos, fue el mismo: Eduardo Duhalde. Luego de tres semanas de bajo perfil absoluto, el ex presidente monitoreó a distancia el caso PAMI. Pese a las versiones en contrario, pidió a sus hombres que apoyaran las decisiones de Néstor Kirchner.
La ronda de conversaciones se completó el jueves a la tarde. Después de hablar con los ministros y funcionarios que más conoce del gabinete -aquellos que podrían ser considerados “tropa propia”–, Duhalde llamó al propio Kirchner al teléfono que suele atender su secretario privado, Daniel Muñoz. Como ya había hecho con sus hombres de confianza, el bonaerense felicitó a su sucesor por los primeros días de gestión y le contó, entusiasmado, que en el exterior la imagen del Gobierno es “muy buena”. También lo apoyó en su avanzada en el PAMI, que le costó el puesto al ex médico pediatra de sus hijos, Horacio Pacheco, a quien designara como titular de la obra social durante su gestión en la Rosada.
Un ministro del gabinete contó a Página/12 que el jueves pasado intentó comunicarse con Kirchner y escuchó con sorpresa que le respondían: “Está hablando con Duhalde”. Allegados al Presidente comentaron luego que la conversación fue tranquila y que a Duhalde –que llamaba desde Italia– se lo notaba “muy contento, muy bien”. La misma sensación transmitieron ayer dos ministros que dialogaron con el ex presidente en los últimos días. Según ellos, el alejamiento de Pacheco no resultó traumático ni afectó la relación de los dos socios porque Duhalde, antes de viajar a Brasil, había anticipado a sus funcionarios que quedarían en sus puestos sólo si el santacruceño lo quería. En otras palabras, le dejaba las manos libres a Kirchner para producir vacantes y ubicar a su propia gente.
“Lo que Duhalde pidió, ya lo obtuvo. El alejamiento de Pacheco ya estaba acordado y no generó ningún problema”, explicó el ministro que ayer se encontraba de gira en Santa Fe (ver página 5). En la opinión de los miembros del Gobierno que hablaron por teléfono con Duhalde, el ex presidente habría aprobado, también, concentrar la ofensiva mediática y política sobre el senador Luis Barrionuevo. “Si te parás en el medio cuando queremos cambiar el rumbo, vos también te podés caer”, respondía ayer un ministro cuando se le nombraba el apellido Barrionuevo. En la estrategia contra el directivo del club Chacarita, los funcionarios del Ejecutivo apuestan también a que el senador tenga que asumir el natural costo político si se empeña en defender el statu quo del PAMI.
Más allá del debate por la obra social de los jubilados, en el gabinete coinciden en que no se abrió ninguna grieta en la relación KirchnerDuhalde. “Está contentísimo”, contó uno de los últimos interlocutores del que se pasea por Europa. Y desmintió que el ex presidente haya anticipado su regreso por el disgusto que le habrían provocado algunas medidas. Aunque el bonaerense tendría una razón de peso para retornar al país: su esposa Chiche encabeza la lista de diputados nacionales por la provincia y ya es momento de empezar a hacer campaña.
La conversaciones empezaron el sábado, cuando Duhalde llamó desde Mallorca, España, al quilmeño Aníbal Fernández. El ministro del Interior se sorprendió con el entusiasmo que mostraba Duhalde desde lejos. Lo mismo le sucedió a González García, quien recibió el llamado el último jueves, dos días después de que Duhalde hiciera lo propio con Díaz Bancalari. Todos escucharon la satisfacción del bonaerense, que les contaba que en la prensa internacional y los sites de Internet de las consultoras económicas la imagen de la gestión kirchnerista era “muy buena”.