ECONOMíA › LA EXPERIENCIA DE MEXICO EN LA INTEGRACION CON ESTADOS UNIDOS
“El Tratado no cumplió ninguna promesa”
Por Claudio Scaletta
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte “no cumplió ninguna de sus promesas”, dijo a Página/12 el economista mexicano Víctor López Villafañe, director del Centro de Estudios de Norteamérica del Tecnológico de Monterrey. En este reportaje, el especialista en integración repasa los resultados de la experiencia de México en la relación con su vecino.
–Considerando que hasta poco tiempo atrás la Argentina parecía poco importante para Estados Unidos, ¿cómo se explica la visita de Collin Powell?
–Creo que Estados Unidos está detectando que algo está cambiando en Latinoamérica. Eso está vinculado con el ascenso de Lula, con la llegada de Kirchner. Creo que vino a decir que Argentina es importante para Estados Unidos, lo que se explica en parte por las críticas internas acerca de haber descuidado su patio trasero. Eso quedó en evidencia cuando México y Chile, y también Canadá, le dijeron que no en el Consejo de Seguridad con el tema Irak.
–¿Puede ser que se perciba que la política exterior argentina ya no será tan complaciente con las recetas que bajan desde Washington?
–Es probable, pero también influye el nuevo ímpetu que parece tomar el Mercosur y la potencial intransigencia respecto del ALCA. La verdad es que me sorprendió la presencia de Powell, pero es claro que quieren realinear a América latina detrás de sus proyectos de hegemonía en el mundo.
–¿Cree que Estados Unidos logrará en sólo dos años encolumnar a la región en el ALCA?
–No creo, porque además ellos tienen la reelección de Bush, lo que seguramente influirá en la agenda. Pero además hay que tener en cuenta que las verdaderas integraciones, las integraciones exitosas, se dan a posteriori del desarrollo económico. El ALCA es un proceso que pretende invertir esa secuencia. Una alianza entre una potencia económica y economías pobres, con baja inversión en ciencia y tecnología, con deficiente calificación de su mano de obra y con empresas poco competitivas no parece a primera vista razonable. En este sentido México puede servir como ejemplo de lo que no se debe hacer. El shock aperturista no parece haber sido la mejor política.
–¿Cuál es la lección que deja la experiencia mexicana?
–México ha visto pérdidas muy fuertes para sus empresas, especialmente las medianas y pequeñas; una gran erosión en la agricultura, donde se debe afrontar la competencia con los productos estadounidenses subsidiados y, sobre todo, enormes distorsiones. Nosotros decimos que se han creado varios Méxicos. Hay un México pobre, un México del TLCAN donde se ha concentrado el grueso de las inversiones. Un México de los campesinos que han quedado fuera del mercado. Además, sobre todo en el centro y sur del país, existe una gran desconexión de los flujos del dinero y el comercio. Todo esto se conjuga en un marco de grandes desigualdades, las que se han agravado. Otra lección es que las promesas del libre comercio no se han cumplido. Se decía que crecería mucho el empleo, los salarios. Ello no sucedió. Se decía que la estructura del país cambiaría. Tampoco sucedió. Seguimos centrados en servicios. Se esperaba que termine el éxodo de personas y 300 o 400 mil mexicanos por año continúan emigrando a Estados Unidos. Se esperaba que crezca el PBI y el PBI no creció.
–¿Cree que el Mercosur será capaz de capitalizar esta experiencia?
–Que el Mercosur sirva como instrumento de desarrollo depende, para la Argentina, de cómo el país diseñe sus inversiones en infraestructura, en recursos humanos, en sus políticas industriales. La idea de que un proceso de integración puede, por sí solo, generar riqueza y sacar al país de la crisis es una utopía. Los acuerdos comerciales por sí solos no resuelven los problemas estructurales de una economía.