La elección de los miembros del Consejo de la Magistratura abrió una nueva grieta en el radicalismo. Un sector, comandado por el diputado Ricardo Alfonsín y el jefe de bloque de Diputados, Ricardo Gil Lavedra, propuso públicamente y viene trabajando en un acuerdo con todos los partidos de la oposición para armar una lista común de candidatos a consejeros, mientras que el senador Gerardo Morales y el titular del Comité Nacional, Mario Barletta, les salieron al cruce. “Hablar de listas para el Consejo de la Magistratura es suponer que la Corte va a ser funcional al kirchnerismo. Y no hay ninguna razón para hacerlo”, lanzó ayer Barletta durante una jornada radical sobre la reforma judicial.

Mientras todavía está pendiente de reglamentación la reforma del Consejo de la Magistratura, la oposición prepara una batería de presentaciones judiciales en todo el país para pedir su inconstitucionalidad. Pero más allá de la presentación judicial, los radicales no logran ponerse de acuerdo. Alfonsín eligió una nota en el diario Clarín para lanzar una convocatoria en caso de que la Justicia no impida la elección: “Las fuerzas de la oposición, más allá de sus diferentes identidades, pueden y deben definir una estrategia común en relación con la elección de los miembros del Consejo de la Magistratura”, sostuvo el diputado bonaerense el domingo pasado, que además adelantó el perfil que deberían tener los candidatos: “El criterio no debería ser otro que su honorabilidad, su compromiso republicano y democrático, y su autoridad moral frente a la sociedad”.

En esa línea ya venía trabajando Gil Lavedra, que mantenía conversaciones con el jefe del bloque PRO, Federico Pinedo, y con los socialistas comandados por el titular del FAP, Hermes Binner. El objetivo es disminuir el perjuicio que les genera a las fuerzas opositoras el requisito fijado por el kirchnerismo en la ley, que obliga a conformar un frente con la misma denominación en 18 distritos para poder adherir la boleta de consejeros a la de legisladores. Con esta condición, el Frente para la Victoria sería el único en condiciones de llevar los candidatos en la misma boleta, mientras los partidos nacionales de la oposición podrán presentar sus candidatos a consejeros, pero en una boleta aparte.

El primero en marcar diferencias con respecto a la postura de Alfonsín fue el senador Mario Cimadevilla, actual consejero de la Magistratura y cercano al senador Ernesto Sanz. “Alguna vez el radicalismo, cuando no aceptaba las reglas que se le imponían para elegir gobernantes, planteó la abstención. Yo me abstendría. Presentar candidatos sería convalidar reglas de juego con las que no estamos de acuerdo”, aseguró el chubutense. Una postura similar a la de la diputada Elisa Carrió. Luego se sumó Morales, hasta hace poco uno de los pilares del alfonsinismo. Según el jujeño, no hay que hacer contacto con otras fuerzas porque “eso puede debilitar la fortaleza que tienen los argumentos en cuanto a la inconstitucionalidad de la reforma. Si los jueces ven que nos preparamos para la vigencia de la ley, puede generar dudas también”, completó.

Desde el alfonsinismo consideraron que esa postura es “una estupidez”. “Ningún juez puede a fallar a favor o en contra de la constitucionalidad de una ley por lo que digan algunos dirigentes. Eso surge del análisis de la Constitución y de la norma”, sostuvo un hombre cercano a Alfonsín. En el entorno del diputado consideraron que “la abstención no tiene sentido” porque sólo podrían hacerlo en caso de que la Justicia haya convalidado. ¿Qué vamos a hacer? ¿Nos vamos a alzar en contra de la resolución de la Justicia?”, preguntó un operador parlamentario.

El último contrapunto fue con el presidente del partido, que envió un comunicado de prensa apuntando especialmente que no había que especular sobre las candidaturas a consejeros. “Alguno se habrá enojado porque Alfonsín hizo su planteo a título personal y no lo consultó con el partido”, respondían con ironía en el entorno del diputado. Por ahora, la Justicia no actuó sobre el tema y el debate interno en el radicalismo sigue profundizándose.