EL PAíS › POR POMPEYO AUDIVERT *

Asamblea Madre

La asamblea es un hecho artístico, en el sentido de que anuda fuerzas desatadas. Al estallar el marco (político, jurídico, económico) capitalista, las fuerzas sociales quedan libradas a una nueva síntesis, a una nueva articulación, a una nueva máquina política: la asamblea popular. La asamblea no es sólo catarsis, expresión, grito, es también organización política, programa, acción coordinada, conciencia en acción, apertura. La asamblea salta etapas, no pierde el tiempo, no sabe ni quiere esperar, tiene un andar revolucionario. La asamblea no es espontánea, tiene sus antecedentes en las luchas obreras, en las Madres de Plaza de Mayo y en las cientos de huelgas y movilizaciones y asambleas que viene realizando la clase trabajadora desde hace años. La asamblea es un piquete y viceversa. Aunque la asamblea no lo asuma conscientemente, sus producciones políticas, sus consignas, son de izquierda (asamblea general constituyente, nacionalización de la banca bajo control obrero, no a los bancos, privatizaciones, deuda externa...). Esto no es así porque la asamblea esté infiltrada sino porque su génesis es profundamente anticapitalista.
La asamblea es casi, podría decirse, una producción inconsciente de la crisis capitalista. A fuerza de descerebrado y loco, el sistema produce su propio antídoto: la asamblea, que inevitablemente va a parecerse a la izquierda (conciencia, organización, programa), la asamblea que ocupa el lugar de lo imaginario, lo retoma. Todo pensamiento político nace de un mundo imaginario, el mundo que uno querría, un mundo en el que (y esto es común a todos, salvo las patologías) reina la igualdad, la paz y elsentido común. La asamblea trabaja desde allí, en contra del mundo real y denuncia esa supuesta realidad como falsa. La Asamblea expresa la verdadera naturaleza humana que debió esperar tanto para hacerse presente, para reclamar su tiempo; la naturaleza invisible y sutil que sólo se expresa en la paz de la igualdad y del bien común. La Asamblea es la vanguardia de la humanidad, la célula madre y el modelo político de Dios. ¡La imaginación al poder! ¡Que vivan las gloriosas Asambleas Vecinales, abajo los caudillos de papel!

* Protagonista de las celebradas Postales Argentinas y Hamlet, o la guerra de los teatros, de Ricardo Bartís, y director e intérprete, entre otras obras, de Pater dixit y La fuerza de la costumbre. Fundador del teatrotaller El Cuervo.

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