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La División Delitos en Tecnología de la Policía Federal fue creada hace 16 años y viene trabajando desde entonces, como auxiliar de la Justicia, en la investigación de casos de pedofilia, pornografía infantil, estafas informáticas, amenazas y una serie de delitos relacionados con la propiedad intelectual, entre ellos la copia y distribución de programas informáticos. Fuentes consultadas por Página/12 señalaron que algunos de esos delitos, por ejemplo la pornografía infantil, son de vieja data en la historia de la humanidad, dado que uno de los primeros que tuvieron difusión pública ocurrió en Alemania en 1958, pero en los tiempos que corren “la tecnología, que puede servir para tantas causas nobles, también puede ser utilizada por personas inescrupulosas que se amparan en el anonimato, ya que para acceder a una cuenta de Yahoo, Hotmail o Gmail, entre otras, no es necesario poner los datos personales verdaderos”.

Por esa razón, en el anonimato, “esas personas pueden actuar libremente al menos durante un tiempo, hasta que puedan ser detectados por alguien que haga la denuncia y permita que se abra una investigación para lograr la identificación y la detención de los responsables de esos delitos”. La fuente consultada por este diario insistió en que al ser Internet un recurso “remoto, anónimo y gratuito”, todos los delitos conocidos fueron aumentando, sobre todo la pedofilia y la pornografía infantil, porque antes “para revelar una fotografía había que encontrar un laboratorio e involucrar a otras personas, cuando ahora todo se hace en forma digital y las posibilidades de distribución son mucho más amplias, porque ya no se difunden por sobres que deben recorrer grandes distancias”.

En la división de la policía trabajan en la actualidad unas 50 personas que, antes de sumarse al trabajo activo, tienen que aprobar un curso que dura entre seis meses y un año. Al mismo tiempo, los profesionales dedicados a esa especialidad de la investigación policial dan cursos de capacitación a jueces, fiscales y a los miembros de los cuerpos diplomáticos de las embajadas que tienen representación en el país. Para eso se organizan encuentros y seminarios en forma mensual.

“La gente que trabaja en la División Delitos en Tecnología tiene muchos años de permanencia, a diferencia de lo que ocurre en otras dependencias de la Policía Federal, donde hay permanentes cambios de destino. Lo que se necesita es gente que tenga continuidad en la tarea y en el perfeccionamiento permanente, porque la tecnología avanza todos los días y hay que actualizarse al mismo ritmo.”

Este año, la división intervino en al menos seis casos importantes de delitos informáticos: dos de pornografía infantil, en la detención de un hacker que actuaba a nivel internacional y que tenía varios cómplices, y en otros hechos relacionados con estafas en transferencias bancarias. En algunos casos se interviene por denuncias de empresas o particulares, pero lo más usual es que actúen como resultado de los seguimientos de inteligencia que se realizan desde la mañana y hasta la medianoche, en forma sistemática, y que suelen continuar hasta la madrugada cuando se trata de un caso importante que está a punto de ser detectado.

En septiembre de este año se anunció la detención de un joven de 19 años al que se acusó de ser líder de una banda de hackers que penetraba sitios web de empresas de transferencia de dinero y sitios de apuestas. El “superhacker”, como se lo llamó, aparentemente logró un ingreso mensual de 50.000 dólares operando desde su hogar en Buenos Aires. El joven fue detenido en su domicilio familiar en un allanamiento durante el cual se cortó el suministro eléctrico a todo el vecindario para evitar que el sospechoso pudiera borrar los datos de su computadora antes de ser sorprendido por los policías que lo detuvieron.

Las denuncias se pueden realizar en la División Delitos en Tecnología de la Policía Federal, Cavia 3350, de la Capital Federal, teléfonos 011-4800-1120 y 011-4370-5899 o por email a delitostecnolo [email protected].