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El ministro de Seguridad bonaerense, Juan José Alvarez, presentó ayer ante el fiscal general platense Héctor Vogliolo los primeros 12 sumarios de jefes policiales investigados por presunto enriquecimiento ilícito. Para bajar los decibeles del malestar dentro de la Bonaerense, Alvarez sostuvo que de los casi 140 investigados, “muchos” lograrán “ser resueltos favorablemente”. Otras ocho carpetas serán enviadas en los próximos días.
En la lista inicial figuran el defenestrado Alberto Sobrado, Aníbal Degastaldi, Alberto Cánepa, abanderado por imputar penalmente a menores de 14, Julio Frutos, quien difundió una carta crítica contra Eduardo Duhalde tras los asesinatos de los piqueteros Santillán y Kosteki, y Héctor Díaz. Las denuncias fueron presentadas ante el fiscal general Héctor Vogliolo, pero pasarán a la Unidad Funcional de Investigaciones Complejas que conducen los fiscales Carlos Argüero y Esteban Lombardo. Alvarez sostuvo que (salvo Sobrado, que fue despedido) el resto quedará “fuera de la fuerza cuando la Justicia diga que esta persona no ha podido justificar su patrimonio, mientras tanto no. De lo contrario estaríamos prejuzgando”.
La investigación llevada adelante por Asuntos Internos es conocida dentro mismo de la Bonaerense como “la cosmética”, porque tiene más de imagen que de eficacia: en la mayor parte de los casos, aunque el enriquecimiento pueda ser cierto, llegará a manos de los fiscales con excesiva demora, los contadores trabajaron a destajo y el factor sorpresa es inexistente. Comisarios o ex comisarios sostienen que en realidad se trató de una depuración dentro de las diferentes líneas de la Bonaerense. Como dato, el delfín emergente Claudio Smith figura entre los sospechados cuya investigación por enriquecimiento ilícito fue postergada para más adelante.