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El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, sostuvo que el proceso que el Congreso lleva adelante contra el juez de la Corte Suprema, Eduardo Moliné O’Connor, “seguramente tendrá condimentos políticos” ya que se trata justamente “de un juicio político y no de un proceso judicial”. De esta forma, Fernández le salió a responder al senador Eduardo Menem, quien denunció “una presión muy fuerte” del Gobierno para condenar al juez tenista. Moliné, en tanto, realizó anoche una aparición televisiva en la que insistió en su estrategia de mostrarse como víctima de una confabulación. También dijo que nunca existió una mayoría automática sino tan sólo “ha habido cinco voluntades que se han definido por defender la propiedad privada y las garantías individuales”.
“Lo que más le interesa al presidente Kirchner es buscar jueces garantes de la ley, probos, dignos, que van a resolver sobre la libertad y el patrimonio de los argentinos”, respondió Fernández cuando le preguntaron sobre las intenciones presidenciales detrás de la ofensiva contra la mayoría automática. Eduardo Menem había hablado de “llamadas” del Ejecutivo a gobernadores para que convenzan a sus senadores de impulsar el juicio político.
“El juicio lo está llevando el Poder Legislativo que es, según los términos de la República, el poder que está destinado a analizar la conducta política de los jueces”, sostuvo Fernández. La línea discursiva de la Rosada es que, más allá de cuáles puedan ser sus deseos, quienes acusan y condenan a los jueces son los diputados y senadores.
Moliné apareció anoche en el programa “Hora Clave” para ensayar una nueva defensa pública, luego del descargo de la semana pasada en el Senado. El juez tenista dijo sentirse objeto de “una discriminación política” aunque aclaró que en esta oportunidad todos los integrantes de la Corte está unidos y que sus compañeros “están tan limpios de cualquier responsabilidad como lo estoy yo”.
El ministro insistió en que las sentencias por las que está siendo juzgado fueron firmadas también por otros jueces. “Me siento víctima de una injusticia porque todas las causales que se invocan no tienen sentido”, sostuvo. Además, acusó al Poder Legislativo de ser “una máquina trituradora” que avanza sobre los otros poderes del Estado.