Lunes, 10 de agosto de 2015 | Hoy
EL PAíS › DANIEL SCIOLI LE SACó UNA AMPLIA DIFERENCIA A MACRI Y QUEDó COMO EL MEJOR POSICIONADO PARA OCTUBRE
Junto a su vice Carlos Zannini y sus esposas, Daniel Scioli anunció que ya le sacaba doce puntos de ventaja a Macri cuando aún faltaba escrutar la mayoría de las mesas bonaerenses y se esperaba ampliar esa diferencia.
Por Nicolás Lantos
Néstor, Cristina, los gobernadores, la CGT y una cita de Perón: Daniel Scioli, el hombre más votado en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias que se celebraron ayer, sintetizó de esa forma el lugar que ocupa como representante del Frente para la Victoria en los comicios presidenciales del 25 de octubre. Un buen rato después de la medianoche, y acompañado solamente por su compañero de fórmula, Carlos Zannini, y las mujeres de ambos, el gobernador bonaerense subió al escenario del estadio Luna Park para dar su primer discurso como candidato, formalizado por el resultado de las urnas.
Para esa hora, con un quinto de las mesas del país escrutadas, arañaba el 37 por ciento y le sacaba doce puntos de ventaja a su adversario más cercano, Mauricio Macri, y seis a la sumatoria de candidatos de su frente Cambiemos. La progresión de la llegada de datos, que postergó a la provincia de Buenos Aires, permitía que los más optimistas en el bunker del peronismo auguraran una ventaja aún mayor cuando termine el conteo. El balance de los primeros números era unánimemente positivo en todo el equipo sciolista.
“Argentina ha encontrado un camino y es evidente que con este resultado hay una clara voluntad de seguir avanzando hacia un gran futuro, un país desendeudado, reindustrializado, un país que ha puesto la educación como un pilar fundamental de una recuperación integral de nuestra patria”, dijo el candidato, recibido con cantos y aplausos por un puñado de miles de personas. “No tengan dudas, porque éste, el FpV, es el espacio político que les da a los argentinos tranquilidad, previsibilidad, confianza, para sostener lo que haya que sostener, cambiar lo que haya que cambiar, mejorar lo que haya que mejorar, para seguir avanzando”, agregó.
Con vistas a octubre, Scioli realizó un llamado a quienes no votaron al Frente para la Victoria y prometió “poner todo el empeño” en “convencer todas esas voluntades para que estén seguros en octubre de que éste es el camino para llegar a la gran Argentina del desarrollo, del progreso, de más inclusión social, de ampliación de derechos, de la pujanza productiva”. También pidió tomar “este triunfo con mucho cuidado, con mucha humildad, con mucha amplitud, tendiendo una mano, persuadiendo, reflexionando, especialmente junto a quienes circunstancialmente pueden haber elegido un camino diferente”.
En un mensaje dirigido a los votantes de candidatos peronistas en otros frentes, como el cordobés José Manuel De la Sota, agregó luego: “Hoy la Argentina necesita un peronismo unido, una Argentina unida, detrás de estas banderas del trabajo, de la producción nacional, de la industria argentina, para seguir avanzando y que el verdadero cambio sea ése, no la marcha atrás, no el camino del ajusto, no el de las contradicciones, que un día van para acá y otro día van para allá”.
En el pasaje más emotivo del discurso le dedicó el resultado a Néstor Kirchner. “Por tus luchas, por la confianza que me diste en su momento para tener las más altas responsabilidades dentro de este proyecto”, dijo, golpeándose el corazón con su mano izquierda. Luego agradeció a la “querida compañera presidenta de la Nación, la doctora Cristina Fernández de Kirchner, que ha generado las condiciones políticas, económicas y sociales para el corazón de nuestro proyecto, que son ustedes: la militancia, los trabajadores”.
Zannini fue un espectador de lujo, parado junto al único orador de la noche, con una sonrisa de oreja a oreja y vestido de sport. Scioli, con saco pero sin corbata, transpiró un poco más de lo que acostumbra. “Querido Carlos, quiero agradecer tu acompañamiento, tu apoyo, tus consejos. Carlos Zannini, un hombre de una reconocida capacidad intelectual y experiencia profesional y política. Gracias, Carlos. Como se lo he dicho hace unos minutos, cada vez me siento más cómodo”, lo elogió su compañero de fórmula.
Hubo un momento para el recuerdo de Juan Carlos Mazzón, histórico armador del peronismo que trabajaba en su campaña y falleció el viernes por la noche. También hubo menciones “al compañero secretario general de la CGT”, Antonio Caló, y a los “compañeros gobernadores aquí presentes”. Ellos, junto a funcionarios de los gabinetes nacional y provincial, figuras de la cultura y el espectáculo e invitados especiales, miraban agazapados a ambos costados del escenario, hasta que, terminado el discurso, Scioli les hizo un gesto para habilitar la invasión de campo y copar el centro de la escena.
La gran ausente de la noche fue la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, con aviso, aunque en un momento de la velada se corrió el rumor de que estaban acomodando un camarín para recibirla, que finalmente resultó una falsa alarma. El mismo Scioli confirmó que tuvo un diálogo con la mandataria antes de llegar al Luna Park. Sí fueron de la partida el ministro de Economía y primer candidato a diputado en la ciudad de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el secretario general de la Presidencia y cabeza de la lista bonaerense, Eduardo De Pedro.
Había sido una jornada larguísima, estirada hasta la madrugada por la demora en la carga de los datos oficiales, que no llegaron hasta bien pasadas las diez de la noche. Los primeros asistentes comenzaron a llegar a las cuatro de la tarde para ocupar las plateas y populares, reservadas para sindicatos y movimientos sociales y políticos. El centro de prensa, pequeño, rebalsaba de actividad y en el VIP de planta baja, funcionarios comparaban novedades y resultados para matar el tiempo. En otro sector apartado del primer piso, Scioli aguardaba junto a sus dirigentes más cercanos.
A medida que avanzaba la noche comenzaban a llegar los primeros datos de algunos distritos clave del conurbano: las derrotas de los históricos barones Raúl Othacehé (Merlo) y Mariano West (Moreno) era uno de los temas más comentados. La incógnita de la interna bonaerense también se charló mucho: de los cuatro precandidatos en pugna el único que se dejó ver por el Luna Park fue el intendente de la Matanza Fernando Espinoza, que perjuraba una contienda “cabeza a cabeza”.
La llegada de los primeros datos, además de aliviar la ansiedad, generó, en un primer momento, preocupación, pero con el correr de los minutos, al conocerse la procedencia de los primeros votos escrutados y la buena performance del peronismo en distritos chivos como Santa Fe y Mendoza levantaron el ánimo y para cuando Scioli salió a hablar la confianza era plena. “Este resultado fue contundente, lo miren por donde lo miren, pero la única verdad es la realidad y la única realidad es que estamos por lo menos con esta gran diferencia sobre nuestros circunstanciales adversarios”, celebró el candidato ya sobre el escenario.
Por último, el gobernador felicitó “al gran pueblo argentino, porque a pesar de que han querido sembrar odio, enojo, para que la gente vaya a votar por ese sentimiento, hoy demostró que fue a votar a favor de estos sólidos cimientos y a favor de seguir construyendo un país cada vez mejor”. Desde la platea un grupo de jóvenes recogió el guante y comenzó a cantar: “Tomala vos / Dámela a mí / el que no salta es de Clarín”.
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