EL PAíS › EMPIEZA UNA NUEVA ETAPA EN LA RELACION CON LA CORTE
Kirchner felicitó a Petracchi
En el Gobierno, ya no todo es confrontación con la Corte Suprema. El presidente Néstor Kirchner se comunicó ayer por teléfono con el ministro Enrique Petracchi para saludarlo por su elección como titular del tribunal y le deseó suerte en la gestión que comenzará con el nuevo año. “La voy a necesitar, se la deseo a usted también”, le retribuyó el juez, sorprendido por el llamado. Luego, Petracchi aseguró que no percibe que el Ejecutivo esté forjando un tribunal adicto. “Nadie cree que acá se cambia una Corte por otra”, señaló.
El gesto presidencial es la primera aproximación a la Corte e implica un cambio en la relación entre ambos poderes. Si bien las críticas del Ejecutivo estuvieron dirigidas esencialmente a la ex mayoría automática menemista (aunque hubo un inicio de juicio político contra Carlos Fayt que luego quedó en la nada), el Presidente no se había preocupado en relacionarse con otros miembros del tribunal. Conversaciones privadas y esporádicas de algunos funcionarios con unos pocos ministros eran todos los contactos que había entre el Gobierno y la cabeza del Poder Judicial. Petracchi admitió ayer que el llamado que recibió fue “el primer acercamiento del Gobierno hacia la Corte”.
El presidente electo de los supremos –asumirá el 1º de enero– habló ayer con los periodistas acreditados en el Palacio de Tribunales y afirmó que, aunque pueda haber “un temor generalizado de que haya un aluvión K” en la Corte, esa sensación “no se percibe” entre los ministros. Como ejemplo, puso la designación de Eugenio Raúl Zaffaroni. “Su presencia es una señal completamente opuesta. A sus 63 años no le van a venir a torcer el brazo”, aseguró, para luego destacar la “independencia y el prestigio académico” del penalista recién llegado al tribunal.
Sobre el resto de los cargos de la Corte que tendrán que cubrirse, Petracchi opinó que es “indispensable y necesaria la incorporación de una mujer” y mencionó como una “gran jueza” a una de las candidatas a convertirse en suprema: la camarista de Mendoza Aída Kemelmajer de Carlucci.
Petracchi habló también sobre la necesidad de mejorar la imagen de la Justicia, reducir el número de causas que llegan a la Corte y acerca del fallo sobre la validez de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Aunque explicó que “hay quienes entienden que ya hay ‘cosa juzgada’ y quienes opinan que no, y ninguna de esas posturas logra reunir cinco votos”, afirmó que “hay indicios de lo que opina la Corte, aunque habrá que ver qué sucede con los nuevos integrantes”. Los indicios son los fallos relacionados con el dictador Jorge Videla y con la desaparición de la ciudadana sueca Dagmar Hagelin. En el caso de Videla, los jueces se opusieron a la “cosa juzgada” y en el de Hagelin rechazaron el cierre de la investigación.
El ministro Carlos Fayt, actual presidente de la Corte, no quiso opinar ayer sobre su sucesor, al que él mismo votó. Sólo se refirió a su trabajo en el tribunal, que dejaría a fines de abril. “Esta es una usina de trabajo. No es un trabajo full o part time, sino full life. No digo que es vitalicio porque no lo es, sino porque hay que trabajar todas las horas de todos los días”, afirmó.