EL PAíS › LOS CASOS DE VIOLENCIA POLICIAL EN CHUBUT

Malos hábitos en Comodoro

Por D. M.

La desaparición de Iván y el maltrato policial no son hechos aislados en Comodoro Rivadavia: el 3 de noviembre, una voz masculina le informó a la abuela de Cristian Castillo que “a su nieto lo mataron a golpes en Esquel”. El joven de 18 años había viajado cuatro meses antes a Trelew a buscar trabajo. A fines de agosto llamó por última vez. Sin noticias, la familia comenzó a llamar a la casa del supuesto amigo con quien vivía, que dio explicaciones contradictorias. “Algo muy turbio hay en todo esto”, denunció el padre del joven. Cristian “había comenzado una relación amistosa con al menos tres policías, uno de los cuales de rango oficial y llegado de Trelew hace varios meses, lo tenía como una especie de ‘informante’”.
Un día después desapareció Hugo César Alvarez, de 19 años. A la semana, su abuelo lo encontró ahorcado en un galpón a medio construir a metros de la comisaría 4. “El joven había manifestado su intención de tatuarse un brazo con su número de documento. ‘Por si me pasa algo, por lo menos van a identificarme’ habría dicho.”
El 22 de abril la esposa de un suboficial denunció que en la seccional 6ª golpearon a su hijo de 18 años. “Lo molieron a cachiporrazos en la vereda de una casa y en un calabozo. No queríamos tener problemas con los compañeros de trabajo de mi marido pero tampoco podemos dejar que revienten a palos a nuestro hijo”, explicó.
Tres días después, policías de la seccional 5ª golpearon a varios jóvenes. “Venía de comprar en un quiosco cuando me dieron un balazo de goma en la cabeza”, declaró Miguel Ayala. Su hermano intentó auxiliarlo y recibió un itakazo en la cara. Cuando un tercer hermano de 16 años se asomó “un policía me agarró de los pelos y me metió a un patrullero”. En el calabozo “me pusieron goma espuma en el pecho y me empezaron a pegar, para que no me queden marcas”. Los policías “nos dijeron que no vayamos a los medios porque nos iban a matar”.
En la madrugada siguiente dos jóvenes fueron golpeados en la seccional 6ª. “Nos hicieron arrodillar, nos cortaron el cabello” y “nos arrojaron agua caliente en el culo”, contaron. Esa semana se informó el traslado de 30 oficiales, incluido el segundo jefe de la seccional 6ª.
El 4 de julio de 1999, en el barrio Isidro Labrador, un grupo de policías golpeó a tres jóvenes. Francisco Asenjo declaró que “en un momento no resistí más y me caí al piso. Mi mujer venía con mi hijo en brazos y también le pegaron. Me pisaron la cabeza y me llevaron a los golpes hasta el patrullero. Me bajaron de los pelos. Había dos filas de policías esperando para pegarme”. Mirta Ruiz declaró que cuando llegó a la seccional 4ª su hijo de 19 años “me gritaba que no me fuera, que lo estaban golpeando, que sangraba mucho”. El 6 de noviembre, la Cámara primera en lo criminal de Comodoro condenó por vejaciones a ocho policías. A raíz de este caso se formó la Asociación Civil por los Derechos Constitucionales y Respeto al Ciudadano.

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