EL PAíS › CERCA DE LA FRONTERA CON EE.UU.
Cómo es Monterrey
Por F. C.
El presidente Néstor Kirchner y su mujer, la senadora Cristina Fernández, aprovecharon ayer el domingo libre para ir a comer a un restaurante del centro de Monterrey y dar una vuelta por los alrededores. Lo que pudieron ver fue una ciudad de perfil moderno para ser mexicana, que luce hipercustodiada, cuestión de no tener sorpresas ni con la seguridad de George Bush ni con los movimientos antiglobalización que quieren impedir las sesiones.
La comitiva argentina se alojó en el Hotel Quinta Real, un enclave colonial en medio de una zona de autopistas, shoppings y rascacielos de cristal. Enfrentado al hotel, se encuentra el cerro Chipinque con sus laderas cubiertas por las casas de la clase más pudiente de Monterrey, una ciudad ubicada unos 900 kilómetros al norte de México D.F., cercana a la frontera con Estados Unidos. La capital de la provincia de Nuevo León es uno de los principales centros industriales de México. Tal vez le falten los atractivos turísticos de otras zonas, pero a cambio gana en poderío económico.
Ayer el día estuvo fresco y la punta de la sierra no se dejaba ver por una amenazante nube gris. Debajo, en las autopistas, la nube eran los policías. Los había de cuatro tipos: los de tránsito, lo de la Federal, los de la Seguridad del Estado y, por último, los omnipresentes muchachos de campera de cuero negra y pantalón caqui que enviaron como refuerzo desde el D.F. Además, se anunció que por estos días ningún vuelo privado o comercial podrá sobrevolar la ciudad.
Los Kirchner fueron ayer junto al canciller Rafael Bielsa y el secretario general de la Presidencia, Carlos Zanini, a disfrutar de un almuerzo tardío en el Grill Argentina Plaza, cercano a la Macroplaza, la gran plaza céntrica ubicada frente al Palacio Municipal y vecina al Barrio Antiguo. Luego los llevaron a dar una vuelta a los alrededores y volvieron al hotel para preparar las reuniones de hoy.