EL PAíS
Otras voces
- Alberto Fernández, jefe de Gabinete: “Teníamos muy buenas expectativas en la reunión porque sirve para afianzar y mejorar la relación entre ambos países. Avanzar en una relación madura también supone el respeto a las divergencias y a los puntos en los que no estamos de acuerdo. Más allá de lo que muchas veces los medios especulan existe entre Kirchner y Bush un vínculo muy cordial y de afecto. Con respecto al tema FMI, el Presidente rechazó cualquier modificación a la oferta de quita del 75 por ciento. Evidentemente, hay un planteo del que se hacen eco los organismos internacionales que es el de pedir una quita menor, aunque no sea dicho explícitamente, pero lo cierto es que la Argentina no está en condiciones de hacerlo y creo que Köhler lo entiende”.
- Ricardo López Murphy, líder de Recrear: “Considero que no hay una política exterior clara en el país. Es muy difícil entenderla. Por ejemplo, a mí me cuesta entender cuál es la estrategia en dos temas muy costosos para la Argentina. Uno es el caso de Cuba y el otro el de Bolivia. Sé que soy severo en mis críticas, pero también soy muy respetuoso. En el caso de ser convocado por el gobierno nacional a una reunión con agenda abierta o fijada de antemano, nosotros obviamente concurriríamos para decir lo que pensamos y haríamos propuestas muy concretas sobre los distintos tópicos que creemos se deben considerar”.
- Evo Morales, ex candidato a presidente del MST de Bolivia: “Si el Banco Mundial y el FMI, que son instrumentos del gobierno de Estados Unidos, no cambian sus políticas económicas; y si Estados Unidos no cambia esta mentalidad intervencionista que practica el terrorismo de Estado, Latinoamérica puede convertirse evidentemente en el segundo Vietnam para el neoliberalismo. El movimiento indígena boliviano y latinoamericano anda para liberarnos de la marginación y la exclusión, y este pensamiento le molesta al gobierno de Estados Unidos. Por eso no me molesta ni me preocupa que toquen el caso de Evo Morales en la agenda de Kirchner y Bush, porque son cosas que están pasando. Los Estados Unidos nos quieren aislar a los pueblos indígenas como ya lo hicieron con Cuba y Venezuela, no quieren que tengamos relaciones internacionales. Esta estrategia norteamericana es un problema de clases económicas, de origen cultural. Los pueblos indígenas tenemos la cultura de la vida, y no de la muerte como impulsa Estados Unidos mediante intervenciones y políticas económicas que han saqueado y causado tantos conflictos sociales en nuestros países”.