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En el momento en que se sacaron las fotos que muestran cómo los militares aprendían a torturar en un campo de entrenamiento de Córdoba, Raúl Alfonsín era presidente de la Argentina. Cuando ayer se lo consultó sobre si sabía que algo así ocurriera bajo su gobierno, negó conocer cualquier dato al respecto. “Yo he sido un luchador contra la tortura toda mi vida, no sólo desde ahora –explicó el radical–. Y ésta es la primera noticia que tengo sobre el caso.” El ex mandatario no habló de responsabilidades, sólo opinó que “de comprobarse que han existido esas prácticas, no cabe dudas de que se debe aplicar la ley que yo envié al Congreso”. La norma establece la misma pena para un torturador que para un homicida. Alfonsín también detalló que durante su gestión se firmó el Tratado Internacional contra la Tortura.