EL PAíS
Observadores calificados
“En representación del presidente Néstor Kirchner”, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, permaneció ayer en la sala donde se realiza el juicio oral por la voladura de la AMIA para presenciar el inicio del alegato. No fue el único, ya que Fernández estuvo acompañado por el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, y por el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, que ya había estado presente el miércoles pasado. Fernández calificó de “hecho histórico” el juzgamiento de los presuntos culpables y cómplices del crimen y aseguró que el Estado “está dispuesto a poner todo lo que tenga a mano” para colaborar con el esclarecimiento del atentado. “Estamos en nombre del Presidente porque éste es un juicio histórico y hay que reclamar esclarecimiento y castigo a los culpables”, dijo Fernández en un intervalo del juicio. El funcionario evitó conjeturar sobre el inminente resultado final del juicio, pero aclaró que cuando llegue este momento “se dirá qué puede o tiene que hacer de ahora en más el Poder Ejecutivo”.