EL PAíS › TRES OPINIONES DE ESPECIALISTAS SOBRE LOS EMBARGOS
Batalla que no define la guerra
¿Qué efectos económicos tendrán los eventuales pedidos de embargo por parte de los acreedores? ¿Se está manejando bien el Gobierno? ¿De qué manera podría evitar la voracidad de los “fondos buitre”? Un reconocido abogado especialista en finanzas, Fabián Rodríguez Simón, y dos economistas, Orlando Ferreres y Benjamín Hopenhayn, este último del Grupo Fénix, dieron respuestas a esas cuestiones, ante la consulta de Página/12.
- Fabián Rodríguez Simón: “La Argentina se está moviendo muy bien en el terreno judicial. Se está planteando una ingeniería financiera positiva para eludir los eventuales embargos. Por ejemplo, el planteo para que la Justicia estadounidense responda si el FMI es un acreedor privilegiado, que obligó al gobierno de ese país y a la Reserva Federal a apoyar, indirectamente, a la Argentina. La estrategia es elogiable. Uno podría pensar que, tras dos años en default, los embargos ya debían haberse hecho. Hacia adelante, el trabajo de los funcionarios será muy intenso: habrá que montar un diseño legal que evite los embargos. Podrían efectuarse pagos desde cuentas en Suiza, o a través de terceros o mediante fideicomisos”.
- Benjamín Hopenhayn: “Me inclino por pensar que lo de ayer fue otra de las batallas que la Argentina tendrá que pasar para definir la guerra por la deuda. Es un tema muy complicado que el Gobierno heredó pero no debe dejarse asustar si quiere continuar con el proceso de crecimiento económico. Roberto Lavagna es un ministro prolijo que seguramente tomará los recaudos para evitar embargos. Pero también me cuesta creer que el Poder Judicial estadounidense, por independiente que sea, aísle a un país, afecte sus transacciones comerciales o trastorne el sistema de pagos internacionales. Sería un escándalo. No es casual que el propio gobierno de Estados Unidos haya intervenido para poner límites a los fondos buitre.
- Orlando Ferreres: “Los pedidos de embargo pueden tener un impacto económico negativo, pero sólo limitado. No descarto que en el extranjero se analice la cuestión como una falta de voluntad a cumplir con los acreedores. Creo que el Gobierno se enredó con su propuesta inflexible de quita y ahora le será complicado seguir adelante . Critico que aún se desconozcan los detalles de la propuesta. Retrasará todo el proceso, y esto es negativo ya que inserta riesgos e incertidumbre en una economía que viene funcionando bien”.