[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

“Para evitar el estallido es precisa la inmediata convocatoria a los interlocutores sociales para posibilitar una concertación social intersectorial”, advirtieron anoche al Gobierno los “gordos” de la CGT a través de un documento que le entregaron al ministro de Trabajo, Alfredo Atanasof. El documento, que tiene dos carillas, pretende recuperar el tono del primer discurso de Eduardo Duhalde desde la quinta de Olivos, cuando anunció la “alianza productiva”. “El Gobierno ha centrado erróneamente el núcleo sustantivo de su actuación en el acuerdo con el FMI”, cuestionó la CGT que encabeza Rodolfo Daer.
El consejo directivo de la central sindical se entrevistó anoche con Atanasof en el Ministerio de Trabajo, donde planteó una serie de reclamos, como la conformación de un Consejo Económico y Social integrado por funcionarios, sindicalistas y empresarios, que estaría destinado a discutir políticas alternativas para reactivar la economía y la “generación de empleo decente”. Entre otras cosas, los gremialistas pidieron al Ejecutivo que detenga la escalada de precios, tanto de la canasta familiar como de la industria farmacéutica. En la reunión de esta noche con el ministro estuvieron además de Daer, Armando Cavalieri (comercio) Gerardo Martínez (construcción), Carlos West Ocampo (sanidad) Oscar Lescano (Luz y Fuerza) y Diógenes Salazar (Telefónicos).
“La CGT reafirma su compromiso de defender el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores activos y pasivos. Y de ese camino no nos vamos a apartar”, manifestó la cúpula sindical, que antes de encontrarse con el ministro de Trabajo deliberó por más de dos horas en Azopardo al 800. Allí elaboraron la propuesta que le entregaron más tarde a Atanasof, a quien le dijeron que el Gobierno debería convocar a discutir “las medidas antiinflacionarias, las políticas de precios y la actualización de salarios en el corto, mediano y largo plazo”. En ese mismo documento, los “gordos” acusaron a los “exportadores, los bancos extranjeros y los grupos de inversión” por la suba del dólar que finalmente se detuvo anteayer. Aunque el escrito también vaticina malos presagios para el futuro del país: dice que la moneda argentina “desaparecerá por acción de la hiperinflación o por efectos de la dolarización”.