EL PAíS › CON O SIN LAFSA, CON O SIN SUBSIDIOS, CON O SIN AEROLINEAS
Varias combinaciones, todas difíciles
Por C. C. y R. K.
¿Es posible encontrar un comprador para SW que admita hacerse cargo de una abultada plantilla de personal, incluyendo la de Lafsa? Difícil. ¿Es factible encontrar un comprador para SW y después privatizar Lafsa con éxito? Poco probable. Un salvataje conjunto es tan complicado como uno sucesivo, lo que fortalece el riesgo de que Aerolíneas Argentinas monopolice en forma absoluta el mercado local.
En alguna medida, vender primero Southern Winds y luego encontrar un interesado para Lafsa resulta utópico. El mercado aerocomercial argentino está en expansión, si se toma como punto de partida el 2002, cuando también en este rubro se sentían los efectos de la crisis. Pero aún así, es difícil que haya cabida para tres operadores.
Por esta razón la venta de una compañía y la privatización de otra terminan compitiendo entre sí. Esto es lo que hace que funcionarios de Planificación se estén cuestionando no haber licitado antes a Lafsa, que tiene activos y no deudas, dejando que la empresa de Maggio-Eurnekian tomara su propio camino. Ahora el planteo oficial es ensamblar los derechos de vuelo de ambas, con los pocos aviones de SW, más el lastre de su pasivo. Claro que ofrecer ese paquete sin un beneficio singular, incluyendo un eventual subsidio financiero o para el pago de sueldos, parece casi imposible.
Antes de que estallara el escándalo de la cocaína, el debate era si admitir o no para Lafsa un inversor extranjero y de qué modo el Estado conservaría su participación. Ahora el desvelo es cómo hacer para eventualmente colar la venta de la marca estatal a una operación que tenga como objetivo SW o intentar el camino inverso, añadiendo en el pliego de Federales a la empresa que comanda Juan Maggio, tal vez cediendo al adjudicatario las dos aerolíneas con una reedición del acuerdo de cooperación empresaria suspendido.
También hay un problema de tiempos. Aunque el Gobierno apure la redacción de pliegos para vender Lafsa, la convocatoria, recepción de ofertas y la entrega demorarán no menos de cuatro meses. Un parate que obligará a renovar las licencias del personal varado, que seguirá cobrando sueldos sin que haya dinero a cambio. En el caso de Federales este esfuerzo fiscal está contemplado en el Presupuesto. Pero no ocurre lo mismo con la eventual cobertura íntegra de los gastos de SW que debería afrontar el Estado para evitar un cierre inminente.
Aerolíneas Argentinas ofrece solucionar una parte del problema tomando 900 aeronáuticos, búsqueda que dio a conocer a través de solicitadas. Pero para el Gobierno aceptar esto, sería en alguna medida, como ubicarse mansamente en la boca del lobo. El desafío de AA le resulta poco creíble a Transporte, al punto de que recuerda que cuando cayeron LAPA y Dinar, la empresa que operan los españoles de Marsans habría hecho una oferta similar que, sin embargo, no se concretó. Pero la cuestión clave es que la creación de Líneas Aéreas Federales Sociedad Anónima se concibió como un recurso para evitar que Aerolíneas monopolice en forma absoluta un mercado del que hoy detenta más del 80 por ciento. Cederles ahora en bloque a los empleados equivale a liberarle el camino para que tenga el 100.