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La mayoría de los consultores políticos creen que es posible que el Gobierno se vea obligado a llamar a elecciones más o menos rápido. Algunos ven como decisivo acertar en el campo económico, pero buena parte considera que la clave está en la resolución del conflicto del flamante gabinete con los gobernadores, el Congreso y el FMI. En ese terreno, no tienen un pronóstico optimista por lo que se percibe crecientemente como inevitable la convocatoria a las urnas.
Enrique Zuleta Puceiro, de Ibope OPSM, sostiene que “el desenlace será rápido y Duhalde deberá llamar a elecciones en los próximos meses. Está atemorizado por la situación económica y en los últimos días vimos los bancos prácticamente parados y el dólar a casi cuatro pesos en el interior del país. Una enorme mayoría opina mal o muy mal del Presidente, casi no tiene gente a favor. No hay ninguna franja que vea algún éxito aunque debe decirse que piloteó una situación dramática. Hace unos días, hasta sus propios hombres hablaban de elecciones y se ve a los gobernadores como una alternativa. El gran problema es armar una salida ordenada, en la que se necesitan reformas electorales de importancia. Insisto, da toda la impresión de que el desenlace será rápido”.
Eduardo Fidanza, de Catterberg y Asociados, también cree que “lo más probable es que Duhalde tenga que convocar a elecciones. Si en diez días no resuelve las cuestiones más urgentes, no tendrá otra alternativa que llamar a las urnas. Y es muy difícil que pueda resolverlas. Hay una situación de internas muy fuertes en el justicialismo que hace muy difícil avanzar en las leyes y el pacto con los gobernadores. El Gobierno está en una situación de aislamiento y debilidad. No transita por el camino de lo que quiere, sino el de la necesidad y no se ve que supere los obstáculos”.
Manuel Mora y Araujo, de Ipsos-Mora y Araujo, considera que “Duhalde va a tratar de no convocar a elecciones, si no tiene más remedio le devolverá el cargo al Congreso, que es el que lo designó, y me imagino que el Congreso deberá convocar las elecciones. Todavía creo que Duhalde tiene un margen de maniobra. Inició un camino con los 14 puntos firmados con los gobernadores y con la designación de Roberto Lavagna, que trajo alguna claridad. El cambio de gabinete parece ser una señal en otra dirección. Esto se va a decir en los próximos días. Si el gabinete no confronta con los 14 puntos y Lavagna, tal vez tenga espacio, si hay inconsistencias, o sea que el gabinete choca, no le veo futuro”.
“La posibilidad de que el Gobierno siga hasta 2003 depende de que pueda afrontar el clima de inestabilidad y la incapacidad que se ve para resolver las variables que crean ese clima –cree Graciela Römer, titular de Römer y Asociados–. Por ejemplo, si logra dar solución al corralito, a las leyes que abren un acuerdo con el FMI y en general a las condiciones de confiabilidad que están ausentes. La situación es difícil, complicada, más todavía que se percibe poca armonía y muchas contradicciones.”
Para Analía del Franco, de Analogías, “es probable que haya convocatoria a elecciones, aunque son pocos los que la ven como una buena alternativa. Si en las próximas semanas el Gobierno no produce un avance, no habrá quien le dé un respaldo para continuar. Los gobernadores ya lo hicieron y habrá que ver si lo vuelven a hacer. Si en dos semanas se mantiene la distancia con los gobernadores y con el Congreso, desgraciadamente habrá elecciones. La mayoría cree que lo mejor sería estabilizar primero y después votar, pero parece difícil que se llegue a eso”.
“Es muy difícil predecir si Duhalde convocará a elecciones o no –sostiene Hugo Haime, titular de Haime y Asociados–. Hay tres factores decisivos. El primero es que si Lavagna acierta, salen las leyes que pide el FMI y hay acercamiento con el Fondo, el Gobierno tendrá más aire. El segundo es que el arco político no presente una alternativa. Por ejemplo, diez gobernadores podrían juntarse y decidir que haya elecciones. El tercero es la opinión pública. Por ahora parece tener paciencia pero si no aparecen soluciones, todo se complicará. Yo agregaría una pregunta: ¿Vamos a ver un Duhalde más virado a la izquierda? Da toda la impresión de que sí.”