EL PAíS › ALFONSIN QUIERE QUE DUHALDE SIGA HASTA 2003
“Lo que vendría sería peor”
“Lo que va a venir, si se fuera (Eduardo) Duhalde, sería peor, sería mucho más de derecha.” Con esa advertencia, muy usada pero no por eso menos efectiva, el senador Raúl Alfonsín ratificó ayer su oposición a adelantar las elecciones de 2003. “Lo único que le puede convenir a la Argentina es que Duhalde cumpla su mandato”, aseguró el ex presidente, y luego advirtió sobre los peligros de un “pustch (golpe) de derecha”, si se “exacerbaran demasiado los problemas sociales”.
Ya lo dijo varias veces desde que Duhalde asumió la Presidencia, y ayer repitió casi palabra por palabra. Respaldó la continuidad de su aliado en la Casa Rosada porque es lo que le “conviene” al país. En ese sentido, además, pronosticó que si se adelantaran las elecciones, surgiría “un gobierno absolutamente frágil, sin ninguna fuerza”. “Nadie puede hacer campaña política en una situación como la que está el país, desintegrado y con desprestigio de la política, sin excepción. Hay que acompañar defender las instituciones de la Nación, en esto no tengo ninguna duda”, aseguró.
Según Alfonsín, en estos tiempos de “desintegración” de la vida política, hay que “contener” posibles desbordes. En ese rol serían claves los dos partidos tradicionales. “Hay tres fuerzas contenedoras de la Argentina en las que, a pesar del desprestigio, se confía: la UCR, el justicialismo y la CGT”, dijo ayer, y luego insistió en que es necesario mantener la alianza parlamentaria entre las dos fuerzas políticas.
Entre sus declaraciones, Alfonsín incluyó una andanada de críticas al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, a quien calificó de “peligro internacional”, y estimó que con otro mandatario en Washington la transición argentina hubiera sido “más fácil”. Además, el senador radical consideró que el FMI tendría que ampliar los plazos de los pagos de la deuda externa que la Argentina debería pagar este año. Y se permitió una crítica para su aliado: dijo que de estar en lugar de Duhalde “no hubiera pagado al Banco Mundial” los 680 millones de dólares que el Gobierno abonó ayer, sacándolos de las reservas del Banco Central.
Finalmente, Alfonsín afirmó que hoy un sector de la población aprobaría un golpe cívico militar, aunque enseguida recalcó que “las Fuerzas Armadas no quieren el poder”. “Hay que llegar al 2003, forzosamente”, remarcó luego, revelando indirectamente cuáles son las urgencias de la UCR.