EL PAíS
Registros sin control
En la Argentina es un clásico: una persona condenada por un accidente de tránsito e inhabilitada en su distrito cambia de domicilio, se registra en una provincia aledaña y saca otro registro sin problemas. El control sobre los registros es escaso y no hay un sistema nacional de antecedentes de tránsito en el que cada uno de los emisores de registros pueda consultar si la persona a la que se le está por emitir una licencia tiene o no antecedentes en materia de infracciones o directamente penales.
El Registro Nacional de Antecedentes de Tránsito (Renat) es, por ley, quien debe administrar los datos de los registros de conducir y los antecedentes de tránsito de las personas. El ministro de Justicia, Horacio Rosatti, decidió darle un fuerte impulso para que finalmente se ponga en marcha esa red informática interprovincial. La facultad de otorgar los registros seguirá en manos de cada distrito, pero al existir la base de datos, la autoridad de ese distrito se cuidará mucho de entregar el registro a una persona con frondosos antecedentes en materia de tránsito. Sucede que si produce un accidente, la víctima bien podría iniciar una demanda con el argumento de que ese distrito le dio una licencia de conducir a alguien que, probadamente, estaba inhabilitado para manejar.
El Renat estaría hoy mismo en condiciones de emitir informes sobre las causas penales de tránsito de la persona que quiere sacar registro, pero la idea es que acumule también la información sobre infracciones. Existe también la idea de hacer una renovación obligatoria de los tres millones de registros que existen en el país, a un ritmo de un millón por año. En cualquier caso, el Renat emitiría en un segundo el informe en el que se establece si la persona tiene o no antecedentes de tránsito.