EL PAíS › LAVAGNA HABLO DE LA PELEA ENTRE KIRCHNER Y DUHALDE
“Nadie me pidió que opte”
Ministro estrella del gobierno de Néstor Kirchner pero cercano en lo político al ex presidente Eduardo Duhalde –al fin, quien lo colocó en su cargo–, Roberto Lavagna buscó ayer la manera de mantenerse ajeno a la disputa que ambos caciques justicialistas mantienen de cara a las elecciones de octubre. “Nadie me pidió que opte y estoy seguro de que nadie me lo va a pedir”, sostuvo el ministro de Economía.
Con todo, Lavagna quiso marcar también algún posicionamiento. “Tampoco estoy en el medio como se ha dicho en algunos análisis. Estoy en un área distinta aportando a la gobernabilidad argentina desde un tema central como es el Ministerio de Economía”, afirmó.
La situación de Lavagna en el gobierno viene ocupando buena parte de los análisis políticos más recientes. Por un lado, se habla de un supuesto cansancio del ministro por las posiciones confrontativas que adopta el Presidente. También se menciona la posibilidad de un traslado de Lavagna del Ministerio de Economía a la Cancillería, un puesto para el que también se menciona al ex vicepresidente Carlos “Chacho” Alvarez.
Lavagna buscó la manera de separar la situación específica de su área con los vaivenes de la pelea electoral. “Esa esfera (el Ministerio de Economía) no tiene por qué mezclarse con el día a día político, porque si se mezclara entonces sí la incidencia de la política sobre la economía va a ser muy fuerte y vamos a terminar en una situación no deseada”, argumentó.
Lavagna sostuvo que “son esferas sobre las cuales es conveniente mantener un adecuado grado de independencia sin que esto signifique que uno está en el medio. Uno está por otra cosa: está haciendo algo distinto”.
El ministro formuló estas declaraciones al programa de cable 14 Días que emite la señal P&E.
Consultado sobre si el proceso electoral puede complicar la marcha de la economía, el ministro sacó pecho. Dijo que está al frente de un equipo que “si tiene que atravesar la tormenta, intentará hacerlo con todas sus artes”. “Este no es momento de lloriquear, ni momento de quejarse, no es momento de hacer lo que muchos colegas economistas han hecho en el pasado, que cuando la cosa económica tiene algún problema le echan la culpa a la política”, remarcó.