De algo está convencida Stella Maris Fernández, la madre de Ricardo Videla: si su hijo hubiera tenido la misma decisión para suicidarse que la que tiene hoy la investigación de su muerte para definir si fue suicidio u homicidio, el Perro estaría vivo. “El tenía miedo de que lo mataran los guardias”, dijo Stella Maris a este diario, recordando la nota entregada por su hijo en la que pedía que lo trasladaran a la prisión de San Rafael. “Dicen que se suicidó. Si a mi hijo, cuando lo detuvieron, le pegaron un tiro y le perforaron el conducto urinario y cuando fue el juicio tenía una bolsa de colostomía y estuvo un año así. Con la fuerza que tuvo para salir de esa operación y vivir. Si había un momento para morirse era ése y él prefirió seguir viviendo. Si su caso había entrado en la Comisión Interamericana y le iban a rebajar la pena y estaba muy esperanzado, cómo que se quería suicidar. Mi hijo tenía el ánimo de luchar siempre, de tomar fuerza. Yo digo, si hubo justicia para que él pagara lo que hizo, que haya justicia ahora para demostrar que él no se suicidó y que paguen los que mataron a mi hijo.”