“Algunos presidentes consideran que podemos actuar como bisagras entre ambas cumbres. Llevar propuestas de las alternativas a las oficiales”, había definido el viernes Evo Morales en la muy oficial sala de conferencias del ultramoderno centro de convenciones Reed Messe Wien. Ayer, Evo junto a su amigo Hugo Chávez fueron tras ese papel de “bisagras” a la contracumbre “Enlazando Alternativas 2”, que funcionó también en la capital de Austria. Allí, el venezolano sorprendió con una de las suyas. Anunció que así como lo hizo en el invierno pasado con algunas ciudades del nordeste de Estados Unidos, quiere este año mandar combustible a bajo costo a los pobres de Europa para que no sufran frío.

Enlazando Alternativas duró cuatro días y reunió a organizaciones civiles de Europa, América latina y el Caribe con la intención de mandar un mensaje a los presidentes reunidos a pocas cuadras. A diferencia de los doce capítulos muy generales que trataron los presidentes, el encuentro alternativo se planteó cinco: los efectos del neoliberalismo globalizado, la cooperación para el desarrollo, la militarización y los derechos humanos, el diálogo político entre continentes y las estrategias alternativas de integración regional. El cierre fue ayer por la tarde con Evo, Chávez y el vicepresidente cubano. Carlos Lage convocó a unas dos mil personas. El venezolano sorprendió con su propuesta petrolera, más porque la anunció en una ciudad con un nivel de vida impactante. Explicó que la distribución del combustible venezolano se haría a través de las tres refinerías que tienen en el Viejo Continente (dos en Alemania y una en Gran Bretaña) y que los estados europeos podrían colaborar señalando dónde se encuentran los sectores más necesitados. Evo Morales, por su parte, contó que la cumbre oficial no aprobó su propuesta para requerir la extradición del ex presidente de Bolivia Gonzalo Sánchez de Lozada de Estados Unidos, donde vive actualmente. Lozada renunció a la presidencia en 2003 luego de una rebelión que dejó 60 muertos y 300 heridos. “Que esta cumbre social apruebe la extradición”, pidió Evo. Y por supuesto, lo logró.