Después de la anulación de los indultos a Jorge Rafael Videla y Eduardo Massera por la Cámara Federal, el abogado Rodolfo Yanzón destacó que “por primera vez se aplican los principios del Derecho Internacional en materia de violaciones a los derechos humanos” y explicó que la importancia del fallo radica en que estableció que “tratándose de crímenes de lesa humanidad no corresponde aplicar el beneficio del indulto, ni siquiera para personas que ya fueron condenadas”. Por su parte, Patricia Walsh, quien como diputada nacional presentó un proyecto legislativo para anular los indultos, consideró el fallo “un paso significativo, largamente reclamado por el movimiento de derechos humanos, que contrasta con la negativa del oficialismo, que podría avanzar ya mismo en resolver la nulidad de todos los indultos a genocidas que concedió Menem”. También se refirió al tema Hebe de Bonafini, quien sostuvo que la medida es “sana pero pobre”. Desde la Plaza de Mayo, donde realiza una protesta junto a diez madres en solidaridad con los docentes de todo el país (ver aparte), Bonafini dijo que quiere ver “que (a los militares) los lleven como llevan a los pibes cuando roban un alfajor y los lleven a las patadas a los patrulleros, que los bajen en las comisarías y los vuelvan a golpear, como hacen con todos, y de ahí a la cárcel, se bañen con agua fría y coman mierda como los presos. Ahí sería justicia”.