EL PAíS › OTRA MARCHA SE DESBORDO EN EL CENTRO DE JUJUY
Atacan al cajero automático
Una manifestación de estatales que reclamaban el pago de salarios atrasados en Jujuy terminó ayer con graves incidentes. Luego de un cacerolazo frente a la Casa de Gobierno, los manifestantes recorrieron el centro de la ciudad en donde un grupo destrozó cuatro bancos y la sede de la empresa de servicios eléctricos. El ministro de Gobierno, Armando Berruezo, acusó por los daños a los gremios estatales y municipales. Fernando Acosta, secretario de ATE, dijo que están “cansados de la corrupción y de que el dinero se lo lleven los bancos al exterior”. No fue la única señal de la tensión. La Corriente Clasista del “Perro” Santillán mantiene cortadas ocho rutas y el obispo Pedro Olmedo criticó a los políticos jujeños por “no querer renunciar a sus privilegios”.
La concentración había sido convocada por el Frente de Gremios Estatales que reclaman el pago del 40 por ciento del sueldo de noviembre, el de diciembre y el aguinaldo. “Estamos hartos de que el gobernador Fellner se la pase haciendo gestiones en Buenos Aires para conseguir fondos que nunca llegan”, explicó Acosta. En tanto que Oscar Tapia, dirigente docente, anticipó que “en esta situación es imposible que empiecen las clases”.
La marcha se inició con un cacerolazo en las escalinatas de la gobernación y siguió por las calles del centro. Los primeros ataques fueron contra la sede de la empresa eléctrica Ejesa, con rotura de vidrios y ventanas. Pero los ataques más duros se registraron en los bancos. En el Citibank, luego de romper las vidrieras a piedrazos, los manifestantes ingresaron al local, rompieron los cajeros automáticos y arrojaron sillones a la calle. En el interior, los empleados y algunos clientes trataban de esconderse, aunque ninguno fue agredido.
Con palos y piedras en las manos, el próximo objetivo del centenar de manifestantes fueron los cajeros automáticos del Banco Macro. Luego los incidentes siguieron en el BankBoston y el Hipotecario. Alrededor de las 13 apareció la guardia de infantería pero no intervino. Los manifestantes, entonces, se dispersaron sin que hubiera detenidos. El jefe de la policía, Carlos Carrizo Salvadores, dijo que tenía orden de no reprimir.
Los incidentes fueron sólo una muestra de la tensa situación jujeña. El obispo Olmedo ayer atacó duramente a la clase política. “Todo es verso mientras los dirigentes políticos no demuestren con hechos su decisión de cambiar”, sostuvo. La CCC de Santillán, en tanto, continúa con cortes de ruta en demanda de deudas salariales del Plan Trabajar.
Mientras todo esto sucede, el gobernador Fellner continúa sus nerviosas gestiones en busca de ayuda. Por la tarde anunció que hoy al mediodía será recibido por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro del Interior, Rodolfo Gabrielli, para decidir el cronograma en el que la Nación saldará la deuda que mantiene con la provincia. “El pueblo jujeño ya no tiene margen para dilaciones”, reconoció anoche el gobernador.