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Colombia se prepara para recibir los helicópteros

Expectativa de los familiares y preocupación de los militares por la operación ideada por Chávez para el ingreso de delegados extranjeros.

 Por Katalina Vásquez Guzmán
desde Medellín

A la esperanza de los familiares de Clara, Consuelo y Emmanuel se sumaron ayer buenas noticias: Chávez hizo pública la fórmula propuesta para la liberación de estos tres rehenes de las FARC –anunciada dos semanas atrás– y el gobierno colombiano aceptó. Los rostros de las hijas de Consuelo González, mientras veían en vivo desde Bogotá la conferencia de prensa del mandatario venezolano, eran de ojos abiertos y labios apretados. Por momentos la mirada les brillaba y aparecían las sonrisas. En la tarde, cuando fue el canciller colombiano Fernando Araújo quien salió en las pantallas de televisión, la alegría era evidente para los familiares de los rehenes. “Era la respuesta que esperábamos. Yo sabía que el gobierno iba a aceptar. Ahora sólo falta que nos llamen y nos digan dónde tenemos que ir a encontrarnos con mi mamá”, declaró Patricia Perdomo a los medios.

Sin embargo, las reacciones fueron diferentes para el grupo de militares y políticos reunidos a decidir después del anuncio de Chávez. El canciller, el comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, y la cúpula militar se miraron y escucharon recordando a Chávez trazar puntos y líneas en el mapa de Colombia. No fue fácil aceptar que aviones y helicópteros venezolanos crucen aires colombianos, aterricen en la ciudad de Villavicencio y despeguen a un punto desconocido de la geografía colombiana, sobre todo después de las tensas relaciones entre los dos países por la lluvia de agravios entre Chávez y Uribe en las últimas semanas. Pero no hubo de otra. “Es un asunto muy delicado porque los dos países tiene que andar con pies de algodón y no de plomo, y resulta interesante ver que Chávez ha cambiado su lenguaje con relación al gobierno colombiano. Entonces, es apenas consecuente que Uribe haya aceptado la propuesta”, explicó a Página 12 el asesor de paz Jaime Jaramillo Panesso.

Por su parte, el papel en que se mostró Chávez en la conferencia de prensa de hoy, hablando por más de dos horas ante periodistas de todo el mundo y con trasmisión en vivo, tampoco sorprendió, aunque no dejó de incomodar a algunos. Juan David Correa, experto en geopolítica, opinó que la mediación continuará. “A Chávez no le interesa ser mediador sino protagonista. Sigue apareciendo, sigue diciendo y convocando a otros países, aún después de que Uribe le pidió terminar su papel de mediador, y con toda seguridad lo va a seguir haciendo”.

Jaramillo Panesso, quien integra la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación de Colombia, explica que el gesto de las FARC con Chávez al entregarle a tres secuestrados muestra que para esas partes el tema no es el acuerdo humanitario sino que se trata de un asunto político. “Las FARC fueron claras en decir que los liberan para congratularse con Chávez y ese desagravio lo hacen con víctimas. Es inhumana la forma como las entregan, pero es muy satisfactorio saber que por lo menos habrá tres liberados que tendrán mucho que decir”, aseguró Jaramillo.

No solo en las casas de los tres rehenes que serán liberados se vive la incertidumbre por lo que pasará hoy. Hasta anoche solo faltaba que Chávez diera la orden para comenzar la llamada Operación Transparencia. En las calles y montañas de Colombia, la gente se pregunta qué pasará durante y después de que la comisión dirigida por un venezolano y con delegados de Brasil, Ecuador, Bolivia, Argentina, Francia y Cuba, ingrese a territorio colombiano y traiga de regreso a casa a Clara Rojas, su hijo Emmanuel nacido en cautiverio, y Consuelo González.

Y aunque hay celebración por su cada vez más pronta libertad, nadie olvida que otros 42 políticos, policías y militares colombianos que hacen parte del grupo de “canjeables” de un eventual acuerdo humanitario siguen secuestrados. Y lo peor, otros 800 hombres y mujeres están privados de su libertad y en poder de la guerrilla en condición, nada más, de secuestrados. Hoy no hay posibilidades de canje para ellos, aunque haya nacido la esperanza para sus familias ahora que las FARC quisieron devolver a dos mujeres y un niño.

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Patricia Perdomo, María Fernanda Perdomo y María Juliana, hijas y nietas de Consuelo.
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